De los Andes a Fuentes. Bibiana Bustamante Silva nació en el colombiano Puerto Boyacá, de 55.000 habitantes, a mitad de camino entre Bogotá, la capital, y Medellín, en la parte oriental de la cordillera andina. El pueblo de Bibiana Bustamante, a orillas del magnífico río Magdalena, tiene clima primaveral todo el año. Pero pronto marchó con su familia a la ciudad de Pereira (casi medio millón de habitantes) en la zona donde se produce uno de los mejores cafés de la variedad arábica. El paraíso del café, la patria de García Márquez y un lugar maravilloso si no fuera por los bajos salarios y la inseguridad.

Pregunta.- ¿Cómo llegaste a Fuentes?

Respuesta.- Llegué a España a Talavera de la Reina animada por una amiga. Pero el trabajo no era bueno. Trabajé de interna y en hospitales, pero era poco lo que podía conseguir. Entonces, a través también de una amiga conseguí el numero de teléfono de una señora para trabajar en Fuentes, le mande mi curriculum y al día siguiente ya tenía trabajo aquí. Llegué el siete de junio de 2002, hace 22 años, a la calle Convento para trabajar de interna con dos personas mayores y ya me quedé aquí, conocí a Ignacio Castaño, me casé y aquí estoy.

P.- ¿Cómo fue la acogida en Fuentes?

R.- Aquí desde el primer momento me encontré mejor que en mi propia tierra. La gente es muy amable yo era muy joven cuando llegué, así que las vecinas me ayudaron mucho. Trabajaba con dos personas mayores y recibí mucha ayuda. Cuando conocí a mi marido aún más porque fui conociendo a más gente. Ya soy de aquí, me siento mejor que en mi tierra.

P.- ¿Qué echas de menos de tu tierra?

R.- Indudablemente, el clima porque allí es primavera todo el año, aunque también llueve. Aquí o hace mucho calor o mucho frio y eso es lo que peor llevo. Cuando hace mucho calor siento que me muero y cuando hace frio es que me muero. No echo de menos a la familia porque, excepto un hermano, la tengo toda aquí. Primero vino un hermano menor, que vive y trabaja en Sevilla, y después a mis padres, ya jubilados, que están en Fuentes desde hace seis años. Allá se estaban quedando solos, así que viven encantados en este pueblo tan acogedor y tranquilo.

P.- Vienes de una zona donde se produce excelente café.

R.- Pereira, mi preciosa ciudad, está en el corazón del buen café de Colombia. Tengo la fortuna de haber vivido todo el proceso de producción del mejor café del mundo. He disfrutado de café tostado y molido por mi misma en casa. En Fuentes se toma buen café, aunque un poco más fuerte. Soy muy cafetera y compro siempre café de Colombia.

P.- ¿Qué tienes aquí que no tuvieras allí?

R.- Esta tierra me ha dado estabilidad económica, sin duda, y seguridad. Mi país es muy lindo, lo quiero muchísimo, tiene muy buen clima, la gente, la comida… El trabajo es lo que falla porque allí se trabaja mucho, pero se gana muy poco. Aunque allí no iba a pasar hambre, aquí es otra clase de trabajo y se gana más. Luego, me casé con Ignacio y entre los dos hemos tirado para delante. En cuanto a seguridad, mi país es muy inseguro y siempre tienes miedo de que te puedan quitar el bolso.

P.- ¿Hay racismo en Fuentes?

R.- Personalmente no he sufrido racismo, posiblemente sí hay algo de racismo en España en general y en Fuentes, aunque no me haya pasado a mí, sí sé de algunas chicas de raza negra a las que les han dicho directamente que no les dan trabajo por el color de su piel. Aparte del racismo, hay clasismo. Eso lo he vivido en algunas personas, que piensan que por ser inmigrante no tenía dinero y buscaba el interés. Afortunadamente son personas concretas porque la mayoría del pueblo son buenas personas.