La modestia es una virtud que escasea en los tiempos que corren. Y un signo de inteligencia. Sólo quien sabe mucho es capaz de llegar a la conclusión de que no sabe nada, expresión atribuida a Sócrates. Paco de Asís Rodríguez sabe de Fuentes como pocos, aunque repita que él es intelectualmente "cortito". Sabe porque lleva toda su vida observando desde el privilegiado mirador de su mostrador. Y porque cuando echa el cierre de la carnicería se sumerge hasta bien entrada la madrugada en la búsqueda de historias e imágenes de Fuentes. Paco le llama "mis cosas" a un sinfín de fotografías antiguas y recortes de prensa que narran el devenir de Fuentes desde que Fuentes es Fuentes o antes de que lo fuera.

Pregunta.- ¿De dónde viene esa afición por las fotografías antiguas de Fuentes?

Respuesta.- No lo sé. Supongo que de familia. Mis tíos Paco y Juanito eran muy aficionados a la fotografía. Hicieron un curso en los años 40 del siglo pasado y se dedicaron a guardar imágenes de la familia y de las calles de Fuentes. Yo las heredé, las he escaneado y las guardo clasificadas por fechas, por tipo de acontecimiento y por calles. De mis tíos debo de tener unas 1.200. Además, muchos fontaniegos me traen fotos para que las guarde, las escaneo y se las devuelvo al día siguiente. Así que tengo más de 2.000 fotografías de Fuentes.

P.- Coleccionista de imágenes de Fuentes.

R.- De imágenes y de noticias. Hace un tiempo se me ocurrió mirar en las hemerotecas virtuales de internet y descubrí que había más de cinco mil páginas de periódicos donde se hablaba de Fuentes. No dormí dos noches del fin de semana descargando archivos y ahora tengo la historia cotidiana del pueblo a la espera de organización y estudio. En Fuentes, no sé por qué, se habla mal de los catalanes, pero sus periódicos son los que más y mejor han informado de lo que ocurre aquí. Y sus hemerotecas no cobran a los usuarios. En cambio, los periódicos de Sevilla informan poco y encima cobran para dar acceso a sus archivos.

P.- Una pasión eso de escrutar el pasado.

R.- Lo que más me gusta es escuchar historias de la gente. Hay una gran historia y luego pequeñas historias de la gente corriente. Las dos son interesantes.

P.- ¿Y qué dice la gran historia?

R.- Dice que en Fuentes siempre nos hemos estado peleando entre nosotros. Y que, de forma invariable, esa pelea acababa metiéndole fuego al ayuntamiento, con sus muebles y archivos dentro. Y dice que en Fuentes existen pequeños grupos de gente cerrados a cualquier influencia exterior. En ellos rige el principio de "los nuestros" y de los que "no son nuestros". Eso me lo mostró una amiga que me dijo "Paco, sal un día solo a la calle e intenta entrar en uno de esos grupos verás como no lo consigues". Y efectivamente, primero parece que sí, te saludan y en apariencia te dejan, pero enseguida te muestran que no y comprendes que es imposible. Ellos son "ellos" y tú eres de los "otros". En Fuentes rige todavía el principio de la tribu. Ten en cuenta que por Fuentes han pasado muchas civilizaciones.

P.- ¿Qué otras cosas se ven desde la historia y desde el mirador del mostrador?

R.- Que en Fuentes no hay mentalidad empresarial. No la ha habido antes ni la hay ahora. Nos conformamos con el paro agrícola o la pensión de jubilado. Ojo, que el paro agrícola es bueno que exista, lo mismo que la pensión. No sé quién lo creó, pero sin el paro agrícola estaríamos matándonos por las calles o atracando tiendas para comer. Del paro agrícola vive mucha gente, incluidos los comercios, que de otra forma no tendríamos a quién venderle.

P.- ¿Tan mal están las cosas?

R.- No, en general, pero hay muchas familias que llegan apuradas a fin de mes. Los que tenemos tiendas sabemos que es día 7 o 25 de cada mes porque es cuando aparecen muchos clientes a comprar. El día 7 se cobra el paro agrícola y el 25 cobran los pensionistas. Y aún así, hay familias que piden que se les apunte la compra para cuando llegue la paga. En Fuentes hay unas 30 familias que comen de los vales que reparten Cruz Roja, Cáritas o las Hermanitas de la Cruz. Y por lo que veo en mi tienda, la situación no mejora, va a peor.

P.- ¿La gente se queja, protesta?

R.- De política en Fuentes nadie habla. Creo que la gente se ha adormilado. Pasó aquella agitación política de los años 70 y 80. En Fuentes el "mercado" de los partidos está poco surtido, sota caballo y rey. Será porque la juventud ahora está más preparada que antes, pero las posibilidades de trabajar son pocas y los más formados tienen que emigrar. Tengo dos hijos, la niña maestra de educación especial y el niño licenciado en biotecnología, y ninguno tiene trabajo, por lo que, si no ha cambiado esto, tendrán que emigrar. Las oposiciones son una lotería a la que se presentan miles.

P.- ¿No hay arreglo?

R.- Yo no pierdo la esperanza, pero gobernar me parece lo más difícil del mundo. No sé cómo hay gente que se atreve a decir que, si tuviera el poder, esto lo arreglaba en dos días. A mí eso de gobernar me parece complicadísimo, pero si alguien dice que lo puede arreglar hay que dejar que lo intente. Arreglo hace falta porque la cosa está muy mala.

P.- ¿Cuál es la principal preocupación de la gente?

R.- Ahora la gente está preocupada con el apagón de consumo. No habla de otra cosa. Que si hay que comprar hornillas de gas, que si van a cambiar la vitrocerámica por gas... En el ambiente hay algo. Un comercial se quejaba esta mañana de que lleva siete meses esperando un coche, que ahora faltan microchips, que los puertos están colapsados... Alguien tendrá que salir a tranquilizar, digo yo.

P.- ¿No crees que hay mucha intoxicación informativa en las redes sociales?

R.- Yo soy más de dudas que de certezas. No sé lo que está pasando y no me interesan los critiqueos. Lo que me interesa es la historia.

P.- ¿Qué historia te gustaría contarle a los fontaniegos?

R.- La historia de que ponen fábricas en Fuentes y que eso evitaba que los jóvenes tuvieran que emigrar. Me da igual qué tipo de fábrica. de zapatos, de muebles o de lo que sea, pero que nadie tenga que irse a buscar trabajo fuera. A Fuentes le falta un teatro, cine y sobre todo, empleo. Fuentes va camino de convertirse en un pueblo de viejos y eso no es bueno.

P.- ¿Y la historia que más has disfrutado contándola?

R.- La entrada de los franceses en Fuentes, cuando la invasión napoleónica, y que pusieron un directorio en el ayuntamiento. Yo había oído que entraron en Madrid y que lo intentaron en Cádiz, pero no sabía que también en Fuentes entraron imponiendo sus leyes me pareció apasionante. De haber podido estudiar habría hecho Historia o Magisterio, pero mi padre enfermó de asma y me tuve que hacer cargo de la carnicería, que existe desde hace cuatro generaciones. La creó mi abuelo Ramón "Chico la Galllina" y mi abuela Mercedes, que al morir ella, la continuó mi abuelo porque se casó con mi abuela Ana, "Niña Morilllo". Siguió mi padre, Manuel "Manolo de la Justita" y yo, Paco. Me jubilaré en mayo del año que viene y terminará la carnicería, aunque es posible que mi mujer continúe hasta que se jubile.

P.- ¿Qué vas a hacer con tantas historias guardadas y clasificadas?

R.- Cuando me jubile voy a hacer todo lo posible por no morirme nunca y seguiré muy viejecito con mis cosas y contándole historias a la gente de Fuentes. Viajaré todo lo que no he podido hasta ahora y mi sueño es estar tres meses del año en Málaga, otros tres en Cádiz (en la playa de la Victoria), tres meses en Sevilla y tres en Fuentes. Veré mucho cine español (Almodóvar, Saura, Berlanga...) y series y me levantaré tardísimo.