Los pueblos que ignoran su historia están condenados a repetirla. Un pensamiento parecido a ese debió de removerle las entrañas a Manuel Jiménez Carmona, el día que decidió emprender la laboriosa tarea de construir el árbol genealógico de su familia, compuesta mitad por tolitos y mitad por talabarteros fontaniegos. La madre, Carmen Carmona, era hija del talabartero de la calle Cruz Verde. Su padre, Blas Jiménez, era hijo de uno de aquellos braceros esforzados que en los albores del siglo XX llegaron a la Campiña huyendo de la pobreza que se enseñoreaba de las tierras de Tolox, en el malagueño valle del Guadalhorce. Tres, cuatro... años de investigación de Manuel Jiménez, policía nacional jubilado, han dado como resultado un minucioso estudio del origen de esta rama de los tolitos afincados en Fuentes.

Pregunta.- Cuando empezaste en hacer el árbol genealógico?

Respuesta.- A raíz de un viaje que hice a finales de los años setenta vi la forma de vida de los tolitos. El pueblo era tremendamente pobre, con todas la calles de tierra y un canal en medio para que corriera el agua. No había más que higueras. En el camino de vuelta me puse a imaginar cómo debía ser la vida de mis antepasados allí. Fuentes estaba mucho mejor. Sólo pensaba en eso, tanto es así que cuando llegué me puse a buscar por todas partes en busca de mis antepasados. Ahí empezó todo y ahora tengo hecho dos árboles genealógicos, el de mi familia paterna y el de mi familia materna. El de mi madre es bastante más corto porque era de Fuentes. Sin embargo, el de mi padre ha sido un recorrido muy duro. La conclusión es que hay tolitos de mi familia en Barcelona, Valencia, Madrid, Vitoria, Bilbao hasta en el extranjero y muchos pueblos de Sevilla y Málaga, de muchos de ellos tengo los nombres, apellidos, fecha de nacimiento y hasta el número de teléfono.

P.- ¿Cuántos años has dedicado a este proyecto?

R.- Varios, tal vez tres, cuatro... mandando cartas, llamadas telefónicas, hablando con jueces de paz, visitando pueblos con la ayuda de mi cuñado Manolo Gordillo. La Luisiana, Morón, Lora del Río. A Tolox he ido varias veces y muchos pueblos más que no recuerdo ahora. Todo tenía mucho trabajo, pedía partidas de nacimiento, de defunción  y como los tramites iban despacio, empecé a hacer el de mi madre, algo que no tenía previsto.

P.- ¿Has encontrado muchas dificultades por el camino?

R.- La primera dificultad fueron los traslados ya que no dispongo de carnet ni de coche, así que he hecho muchos viajes en autobús y echado muchos compromisos para que me llevaran en coche. Había a quien tenía que mandarle varias cartas para que me contestaran porque no se fiaban para darme datos, aunque tan solo tuve dos problemillas con dos personas, que están en el libro, pero sin dirección ni teléfono. Poca cosa para la gran cantidad de familiares que están en el libro.

P.- ¿Cómo llegaron los tolitos a Fuentes?

R.- Los tolitos, cuyo gentilicio es toloxeños, llegaron a esta zona a pie, después de varios días de caminata, buscando mejores condiciones de vida. Venían sin absolutamente nada y se ocupaban de los trabajos más penosos, como eran los desmontes de palmas y la siega. Los tolitos fontaniegos nunca se arrugaron ante cualquier trabajo. Algunas familias permanecían el tiempo de la siega y volvían a Tolox. Otros se quedaban para siempre, como han hecho siempre las personas migrantes. Mis abuelos llegaron con seis hijos pequeños, se establecieron primero en las tierras de El Campillo y más tarde, cuando sus ocho hijos crecieron -aquí tuvieron dos más- se mudaron a Fuentes. Mis Abuelos eran Blas Jiménez Castillo, nacido en 1873, y María Guerra Moya, nacida en 1876.

P.- Cuándo fue eso?

R.- A Fuentes vinieron alrededor de 1928. A El Campillo unos años antes, sobre 1915. No fueron los primeros tolitos en llegar a esta comarca. Los primeros fueron un matrimonio, que vieron las condiciones de vida y de trabajo y tiraron de familiares y vecinos. No sabría decir cuántos acabaron viniendo, pero fueron bastantes porque en muchas calles de Fuentes había familias de tolitos. Muchos descendientes de ellos emigraron también en los años 60 y 70 a Barcelona, Valencia o Madrid.

P.- Uno de los hijos del tolito Blas Jiménez y de María Guerra fue tu padre.

R.- Mi padre era uno de los cuatro hijos varones de mis abuelos. Fueron Felipe, el mayor, nacido en 1898, Juan, José y Blas, mi padre. También tuvieron cuatro hijas: María, Sebastiana, Ana María y Carmen. Las dos últimas, únicas que no habían nacido en Tolox, emigraron a Barcelona y Sebastiana falleció con 28 años cuando estaba a punto de casarse. Carmen murió en Barcelona hace apenas dos años. Mi padre se casó con. Carmen Carmona, hija del talabartero Manuel Carmona Ortega y de Rosario López Reguera, que vivían en la calle Cruz Verde.

P.- Hace unos años promoviste un "hermanamiento" entre Fuentes y Tolox.

R.- Sí, fue en 2008 y tuvimos la suerte de que el ayuntamiento pusiera un autobús para una visita a los orígenes de los tolitos fontaniegos. Tolox había cambiado tanto desde mi primera visita de los años setenta que estaba irreconocible. La inmensa tristeza que me produjeron los primeros viajes quedó olvidada en la excursión de 2008.

P.- ¿Has seguido actualizando el libro?

R- Al principio sí, pero ya hace algún tiempo que dejé de hacerlo. Ten en cuenta que es mucha gente y algunos me llamaban cuando se producía un nuevo nacimiento o alguna defunción. Con el tiempo se ha quedado parado.