Ni siquiera el 10 por ciento de los 415 fontaniegos que la semana pasada recibieron un SMS llamándolos a hacerse la prueba de antígenos acudieron a la cita del pasado viernes. Solo 33 de los citados accedieron a hacerse una prueba que trata de detectar posibles contagios ocultos. Fueron más los que acudieron por iniciativa propia, 67, que los que deberían haber ido. Ninguno de los 100 dio positivo.

Al cribado de Fuentes estaban convocadas 415 personas, de las que 106 respondieron al SMS directamente que no acudirían. Quedaban 309 citas, a las que finalmente acudieron 33. Lo que ponen de manifiesto estos datos es la falta de compromiso de la población, en general, con la lucha contra la covid. El hartazgo se ha adueñado de la mayoría de la ciudadanía. El fenómeno no es exclusivo de Fuentes, indican los responsables de Salud. Como muestra de lo anterior ponen los ejemplos de Vera, en Almería, donde la semana pasada estaban citadas 495 personas y acudieron 14, y Pechina, también en Almería, donde estaban citadas 302 y acudieron 7.

Las mismas fuentes sanitarias indican que esto resta eficacia a los cribados masivos e incluso cuestiona su realización futura. La única explicación que las autoridades sanitarias encuentran a este comportamiento de escasa colaboración (participar o no en el cribado es voluntario) es que la mayoría "da por terminado" el problema de la covid. La generalización de las vacunas y el largo tiempo de tensión hacen que la mayoría "pase" de la enfermedad. "Incluso se observa una preocupante tendencia a dejar de lado el uso de la mascarilla en lugares cerrados", recalcan la misma fuente.

El problema es que el virus sigue aquí y que la vacuna no asegura del todo la inmunidad. Además, hay unas 600.000 personas sin vacunar en Andalucía, según la Junta. Eso es lo que explica, por ejemplo, las altas tasas de incidencia que se observan en municipios como Fuentes.