Andaba yo preguntándome estos días qué demonios sería eso del sanchismo, cuando una conocida me dijo que creía que era algo muy malo, malísimo, pero que no sabía cómo explicármelo porque se le ponía el cuerpo malo de pensarlo. Dime al menos, le dije, cosas que nunca me has dicho, recordando la película de Isabel Coixet y esta fue su respuesta:

Pues  estoy pensando que a lo mejor eso del sanchismo es la Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual, el Plan Operativo para la Protección de los Derechos Humanos de Mujeres y Niñas Víctimas de Trata Explotación Sexual y en Contextos de Prostitución;  la bajada del IVA del 10 al 4% de los productos de higiene femenina, preservativos y anticonceptivos no medicinales; los 20.319 millones de euros, es decir, un aumento del 387% para políticas públicas destinadas a avanzar en la igualdad efectiva entre mujeres y hombres; los ERTES, las moratorias y cualquier tipo protección ante nuevas pandemias o situaciones de alto riesgo para la población; dinero público para vacunas, mascarillas y atención sanitaria a contagiados; el aumento de las PENSIONES  y del SALARIO MINIMO INTERPROFESIONAL, así como la reforma laboral.

Todo ese dinero, si no fuera por el sanchismo, hubiese sido mejor dedicarlo a la lucha contra ETA, que no existe desde hacer 10 año, pero ¡cuidado! que cada vez que les interesen a los que nos quieren defender del sanchismo resucita de manera milagrosa. No ha sido solo el malvado sanchismo, me decía mi informadora, lo ha ayudado mucho un gobierno de coalición que ha peleado y trabajado por todo lo que se ha conseguido. Verdad que muchas cosas se han quedado en el tintero como la ley mordaza y que otras veces no han sido lo suficiente valiente para llevar a cabo cambios esperados, a dios gracias, pero qué duda cabe que el gobierno comunista bolivariano, inspirado por el mismísimo demonio, ha batallado con una pandemia, crisis, una guerra en Europa y una caterva de medios de comunicación al servicio del capitalismo, y de intereses de la derecha.

Yo quise aportar algo y le dije que lo de los impuestos también era cosa de este gobierno de coalición: Sí, me dijo mi interlocutora, a veces, muchas veces, esos reproches vienen de trabajadoras y trabajadores del sector público cuyos sueldos dependen de esos mismos impuestos. Impuestos que, por otro lado, sirven para tener una sanidad y una educación de calidad y universal que nos iguale a todas y a todos, para unas carreteras y comunicaciones que nos faciliten la movilidad, para atender a los mayores como merecen después de una dura vida de trabajo.

A pagar sanidad y educación, esas cosas que dan mucha categoría social, aunque luego lo de la meritocracia sea un engaño, eso dicen algunos malvados, los mismos que se inventan lo de ETA, los que dicen que el cambio climático es mentira, que en Doñana mana agua como si del maná bíblico se tratara y que si eres pobre es porque no te esfuerzas lo necesario y no te matas a trabajar para que otros se enriquezcan, ya llegará tu recompensa, aunque sea en el reino de los cielos, que siempre es muy consolador.

Ah, y una cosa que también debería tener en cuenta el malvado sanchismo, me dijo por último: Lo bien que vamos a estar cuando los y las personas inmigrantes dejen de quitarnos los puestos de trabajo en las fresas de Huelva, en los invernaderos de Almería, en el cuidado de nuestros mayores, en la hostelería y tantos trabajos duros y mal pagados. No digamos qué país de viejos y viajas nos va a quedar sin esos inmigrantes, porque somos el país de la Unión Europea más envejecido. Pero eso no tiene importancia con tal de librarnos de este gobierno comunista y de siniestras intenciones.