Sopladoras dirigidas por operarios con sus equipos de protección individual, incluyendo mascarillas antipolvo y gérmenes, actúan sobre aceras, mientras paseantes, comensales de terrazas y vecinos, con lo puesto, inhalan y tragan la correspondiente nube u onda de polvo. Barredoras sobre calzada, ídem de lo mismo, incluso alguna se ha visto sobre las aceras, aunque el destrozo del pavimento dé la cara más adelante.

Educación y formación de los operarios es fundamental y la supervisión de los mismos, máxima salubridad. Uso de modelos silenciosos, reflexiva y educadamente, bajando boquilla lo máximo posible, evitando generar polvo, ni tarde por la noche ni muy temprano por la mañana, cumplimiento de normativas, trabajando a medio gas, sin afectar a personas cercanas ni propiedades vecinas, y si el viento no es favorable, simplemente no usar.

La existencia de polvo y barro de lluvia en el suelo exige su tratamiento adecuado, con aspiradoras o barredoras con inyectores de agua para correcto control, sin descartar la manguera de jardín por salud, seguridad y comodidad.

El soplador de hojas, objetivo de esta máquina, en muchas ocasiones tiene un uso equivocado. Si vemos una nube de polvo y una persona debajo, no está limpiando, sino esparciendo múltiples partículas, destacando hidrocarburos aromáticos policíclicos, partículas fecales de origen animal, pólenes, gérmenes y virus incluidos, recordando aquella lección magistral del barrer sin levantar polvo en la acera de nuestra casa o en el corral alrededor del limonero. Por algo sería.

Polvareda según la RAE es “cantidad de polvo que se levanta de la tierra, agitada por el viento o por otra causa cualquiera” y limpieza, “acción y efecto de limpiar”, quitando la suciedad.

Si los episodios de lluvia son más ocasionales, el baldeo natural que se producen disminuye significativamente. Por tanto, nuestra sociedad, alérgicos y enfermos respiratorios en especial, ante una atmósfera más viciada y menos limpia, exige adaptación inmediata y no devolvamos a la atmósfera parte de lo que ya ha precipitado en el suelo. Calidad de vida es calidad del aire que respiramos.