28F, con F de falsedad. Con F de frivolidad. Con F de frustración. Andalucía está lejos de la felicidad, de la fuerza y del futuro, que son las ideas con las que la Junta lanza su campaña de propaganda con motivo del 28F. Dos años de pandemia han alejado a los andaluces de la soñada felicidad que proclama la campaña de la Junta. Parece insultante hablar de un 28F como sinónimo de felicidad con miles de familias llorando aún a sus muertos. Andalucía no puede hablar de felicidad cuando registra aún entre veinte y treinta fallecimientos diarios por covid, cuando miles caen enfermos y no encuentran respuesta porque el Gobierno andaluz ha recortado obscenamente los recursos del sistema sanitario público.

28F, con F de frivolidad porque sólo desde la ligereza y la trivialidad se puede ignorar que Andalucía está asustada e indignada, como cualquier comunidad con sentido de la solidaridad, ante una escalada bélica que nadie sabe a dónde nos puede acabar llevando. Con F de frentismo, de la política del enfrentamiento con el Gobierno central como único argumento. Enfrentamiento ayuno de propuestas para superar las muchas dificultades del presente. Con F de flaqueza, que es lo que encuentran los andaluces que necesitan el apoyo para las residencias de mayores.

No puede haber felicidad en una comunidad con los servicios públicos enflaquecidos cuando más recursos necesitan. Con F de fanfarrias, ferias y faenas. Con F de fantasmadas. Porque fantasmada es pretendernos hacer creer que vivimos en un mundo feliz. Creen los publicistas de la Junta que a fuerza de repetir una mentira la pueden convertir en verdad. Con F de la frivolidad de Canal Sur que suprime el mejor programa de cultura de la televisión pública, AlSur, que llevaba casi 30 años apostando por lo mejor de la creación artística de esta tierra. Ferias, Semana Santa y toros. O toros, Semana Santa y Ferias. Eso es lo que hay. Una Andalucía con menos fuerza que la de este 28F de 2022 es difícil hallar en todos los años de autonomía. Bueno, sí. En los años en los que los padres y abuelos de los actuales gobernantes decían "andaluces, éste no es vuestro referéndum".

28F con F de futuro, dice la Junta. Con F de frustración. Porque eso es lo que ha sembrado la política de la Junta de Andalucía en los últimos años. Frustración por el abandono del sueño de constituir un pueblo en marcha, consciente, activo, creativo, culto. Un pueblo para sí y para la humanidad. Frustración que está siendo utilizada por la extrema derecha anti andaluza para romper la poca ilusión que nos queda para seguir reivindicando una Andalucía que deje de ser la chacha de Madrid, capaz se hacer valer sus derechos, sin complejos, dispuesta a hablar de igual a igual con el resto de comunidades autónomas. Una Andalucía con fuerza en una España federal. Esa derecha, que ahora esconde que ayer aplaudía todo cuanto hacía o decía Putin, sólo vende odio.