No todo va a ser ganar. A veces, aunque sea por cortesía, es preciso perder. Aunque duela, porque duele, especialmente en quienes empiezan a acostumbrarse a ganar. La derrota esta tarde por 3-2 frente al Atarfe repite como un eco la advertencia de cada sábado de partido: en la Superliga es imperioso estar siempre al cien por cien. No hay perdón para el equipo que levanta el pie del acelerador o se descuida un rato. El equipo granadino ha sabido aprovechar esos momentos de descuido, especialmente en el último set. Fuentes a batido con claridad a su rival en el primer set (18-25) y en el cuarto (12-25), pero ha caído en el segundo (25-21), en el tercero (25-22) y, el definitivo quinto (15-8).

Falta de concentración ha sido el diagnóstico del entrenador del Fuentes, Moisés de Hoyo, para buscar una explicación a la derrota, segunda en lo que va de temporada. Cuatro victorias y dos derrotas, no es mal balance si se toman las precauciones necesarias que eviten la repetición. Esto es deporte, una actividad en la que cualquier resultado es posible incluso frente a equipos previsiblemente menos fuertes por su posición en la tabla. Lo mismo que se gana a los que están arriba que se pierde frente a los que están abajo. Competir es eso. Que aprendan la lección, ha venido a decir Moisés de Hoyo al acabar el encuentro. Y que no se regodeen en la derrota como antes se regodeaban en la victoria. Trabajar y seguir p´alante.

Porque delante está el encuentro del próximo sábado frente al FEDE de Tenerife, equipo que Fuentes desplazó la semana pasada del segundo al tercer puesto y que puede tomarse la revancha. El Fuentes no sabía en qué posición acabaría esta jornada debido a que a la hora de escribir está crónica había varios partidos en juego. Seguro que no seguirá segundo dado lo apretado que están los puntos en la cabeza de la clasificación. No hay rival fácil y para el siguiente encuentro la consigna es sacar a la cancha todo lo que el equipo lleva dentro, cosa que esta tarde no ha hecho.