El 4 de diciembre de 1977 los andaluces salieron masivamente a la calle en todas las ciudades, pueblos de Andalucía y lugares donde residía gran número de emigrantes andaluces con el lema  principal “Libertad, amnistía y estatuto de autonomía". Estas protestas multitudinarias congregaron a cerca de dos millones de personas y la gran mayoría de los manifestantes portaban la bandera blanca y verde.

El 8 de noviembre pasado el consejo de Gobierno liderado por Juanma Moreno aprobó el decreto por el que se declara oficialmente el 4 de diciembre como 'Día de la Bandera de Andalucía', con el que se pretende impulsar iniciativas educativas, sociales e institucionales que contribuyan a garantizar la máxima difusión de los valores y significados que encarna dicho emblema.                      

De esta forma se conmemorarán las manifestaciones que se celebraron aquel 4 de diciembre de 1977 como expresión de la voluntad del pueblo andaluz de acceder a las máximas cotas de autonomía bajo el símbolo común y de unión que representa la bandera de Andalucía y que desde entonces identifica a los andaluces como una comunidad con sus aspiraciones y reivindicaciones.

Esta fecha se añade a la del 28 de febrero, “Día de Andalucía” para conmemorar ambas en el complicado camino hacia una autonomía plena en igualdad de condiciones con el resto de los pueblos de España, reconociendo los derechos y libertades que nuestro Estatuto de Autonomía establece y reconoce. En ese día se recordaba, además, el 4 de diciembre de 1868, cuando el pueblo de Cádiz se alzó en armas para reivindicar la República Federal.

La bandera blanca y verde de Andalucía fue aprobada por la Asamblea de Ronda en el año 1918, que adoptó una composición de tres franjas horizontales del mismo tamaño (verde, blanca y verde) que representan por un lado la esperanza y la unión del pueblo y por otro la paz y el diálogo. Así lo expresa también nuestro himno “La bandera blanca y verde vuelve, tras siglos de guerra, a decir paz y esperanza, bajo el sol de nuestra tierra”.

La bandera, tal y como la conocemos hoy en día, fue adoptada en 1982, pero sus orígenes se remontan al reinado Al Mutasim en la taifa de Almería en el año 1051 d. C ya que se usaron unos colores y composición muy similares, un hecho que hace que la creencia sea que su diseño nace de allí. Sea cual sea el verdadero inicio de este símbolo andaluz, el diseño actual es obra de Blas Infante, quien se inspiró en la bandera de las mujeres de la Comuna de Casares, lugar de nacimiento de Infante, en el enfrentamiento contra el invasor francés en 1810.

La bandera de Andalucía se llama “Arbonaida”. Esta palabra, cuyo origen hay que buscarlo en el término árabe andalusí “albulaida”, diminutivo de “balad”, significa “mi tierra” o “mi país”. Por ello la bandera simboliza la patria de todos los andaluces. El primer 4 de diciembre en que se empieza a conmemorar el día de la Bandera Andaluza se ha caracterizado por la separación de los partidos del arco parlamentario, frente a la unidad que marcó aquel otro 4 de diciembre, en el que todos los dirigentes políticos, junto al pueblo, se echaron la calle para pedir tierra y libertad.

Según algunos periódicos, el día se ha caracterizado por el forcejeo partidista para capitalizar el sentimiento andalucista. El presidente Juan Manuel Moreno conmemoró el 4 de diciembre en el palacio de San Telmo, sede del Gobierno, en vez de en Parlamento, junto a unos 150 invitados, más o menos afines al PP. Por otro lado, el PSOE programó un acto de concesión de premios de la Fundación Andalucía, Socialismo y Democracia en el que estuvo Rafael Escuredo, ex presidente electo de la Junta de Andalucía. Mientras, los partidos a la izquierda del PSOE asistieron a movilizaciones y manifestaciones por las calles de Sevilla.

Lo que fue una reivindicación colectiva por la autonomía en donde las siglas de los partidos quedaron atrás, este día se han producido 3 actos diferentes. El pueblo ha sido testigo de la fragmentación política, en la que cada partido, cada dirigente político, tira de la esquina de la verde y blanca para capitalizar el día 4 de diciembre, que es de todos los andaluces.

Mucho me temo que la lucha por apropiarse de los símbolos andaluces no ha hecho más que empezar. En primer lugar se ha privado del debate parlamentario al utilizar la fórmula del decreto, esta vez firmado por el consejero de la Presidencia para declarar el día de la bandera, evitando que las demás fuerzas políticas debatieran sobre el mismo y posiblemente refrendasen esta idea, con la sola excepción de Vox. Con este acto tan simple se ve claramente la idea de monopolizar la bandera por parte del PP.

En segundo lugar tenemos el ejemplo de que los dos únicos partidos que se opusieron a la autonomía fueron la UCD y Alianza Popular con su eslogan “Este no es tu referéndum”, que ahora fundidos en el PP quieren abanderar el andalucismo, presentándose en público junto a los líderes andalucistas de otros tiempos. Y en tercer lugar el PSOE hizo suyo el 28F y lo que significa para Andalucía durante casi 40 años. En esas cuatro décadas, IU y otras formaciones progresistas y andalucistas han salido a la calle todos los 4 de diciembre para intentar recuperar el protagonismo del pueblo andaluz frente a las instituciones, que habían olvidado lo que significaba esa fecha.

Ojalá me equivoque en mis pensamientos y los símbolos que nos representan permanezcan vivos en el pueblo y éste sea su único dueño y que la lucha partidista se centre en la elaboración de normas y en la gestión de los asuntos que mejoren nuestra diaria existencia.