El equipo de voleibol femenino de Fuentes tiene hambre de juego y ganas empezar la competición. Eso será el próximo 8 de octubre, pero este sábado en su amistoso de presentación ante el Albolote, el equipo de Moisés del Hoyo ha trazado en el pabellón de la estación un listón de notable altura. Por encima incluso de lo esperado por el propio entrenador. Menos falta de concentración de lo que cabía esperar de un conjunto que todavía no ha alcanzado la tensión propia de la competición, buen ritmo de juego, pocos errores de saque y mejor comunicación entre las jugadoras han dado como resultado un triunfo por 3-0 ante el Albolote, equipo con jugadoras de mayor experiencia y superior envergadura.

Buenas vibraciones en el arranque de la temporada, segundo año en primera división. Lo importante del partido de esta tarde en la estación no era el marcador, sino la actitud de las jugadoras, su forma física, el manejo de la técnica y su capacidad de comunicarse, su cohesión como equipo. Especialmente esto último porque arranca la temporada con cambios importantes en su composición. Arranca la competición con cuatro bajas. Laura, Alicia, María y Susana. Cosas propias del deporte amateur, estudios y situaciones familiares, principalmente. La vuelta de Ana Caro y Ana Guitard, más los fichajes de Teresa y Clara vienen a cubrir sus huecos. Ana Caro regresa de un Erasmus y Ana Guitard de un año de baja por lesión. Ambas han tenido un papel destacado en el encuentro de este sábado.

El resultado del marcador no era lo más importante, pero claro que importa empezar con un triunfo. Aunque sea por aquello de que lo que bien empieza... Al equipo le faltarían dos jugadoras "porque la liga es larga", afirma Moisés del Hoyo. Puede haber lesiones. Son 22 partidos, 22 fines de semana seguidos, la mitad de ellos con viaje de desplazamiento incluido. El grupo lo componen 12 equipos de máximo nivel y muchas de las jugadoras compatibilizan partidos en dos categorías. De hecho, de las 14 componentes, sólo cinco son realmente de la categoría senior. Diez son todavía junior y 2 están en juveniles.

Esa peculiaridad del equipo fontaniego se notó la temporada pasada y se ha notado esta tarde frente al Albolote. Los equipos rivales suelen alinear jugadoras con más experiencia y, en general, con mayor envergadura y fuerza. Por eso la pretemporada, iniciada el 22 de agosto, ha consistido en aumentar la carga y ganar fuerza en los brazos, indica el técnico Del Hoyo. A partir de ahora trabajarán la velocidad, estrategia y el saque, si bien en el partido de esta tarde los errores de saque han sido mínimos.

Si el año pasado el objetivo era no perder la categoría, tan duramente peleada, este año el objetivo fijado es quedar entre los seis primeros clasificados. La mitad de la tabla puede ser un horizonte posible para un equipo del porte de Fuentes. Para lograrlo, el técnico cruza los dedos pidiendo que las lesiones no se interpongan en el camino, que la dureza de los estudios universitarios que cursan todas las deportistas -cuyos horarios de clase parece haberlos ideado el mismo demonio- y que el equipo sea capaz de fraguar un buen trabajo. Con esas mimbres, la permanencia del año pasado parecería meta más propia de gente sin ambición deportiva que del equipo de Fuentes.

El partido de este sábado ha sido un entremés. El plato fuerte llegará de aquí a dos semanas frente a la Universidad de Granada, el verdugo contra el que Fuentes no pudo hacer nada el año pasado. Los partidos de ida y de vuelta fueron para las granadinas. Ganarle por primera el próximo día 8 sería el mejor arranque soñado por el Fuentes. El sueño no parece inalcanzable a la luz de lo visto este sábado en la estación. Las deportistas tienen ganas meterse de lleno en la competición y eso ya es una manera de anunciar triunfos. Buenas vibraciones.