La defensa de lo público forma parte del ADN de la República, lo mismo que el neoliberalismo que la privatiza forma parte del ADN de la monarquía. Defensa del bien común frente al interés particular. Esa dicotomía se ha puesto esta mañana de manifiesto en el acto de exaltación de los valores republicanos con motivo del 93 aniversario de la proclamación, el 14 de abril de 1931, de la segunda República española. En ese sentido, reivindicar la República no es un acto de mera nostalgia por el pasado, sino una necesidad actual porque supone defender el valor de lo público, la libertad y la igualdad. Lo ha dicho esta mañana en el parque de los Luchadores por la Libertad el médico Sebastián Martín, coordinador de la Marea Blanca de Andalucía: "los vampiros y los buitres del beneficio capitalista vienen a por sanidad pública y la quieren aunque eso cueste la vida a muchas personas".

El coordinador de la Marea Blanca ha citado un estudio realizado en el Reino Unido que pone de manifiesto que el trasvase de dinero de la sanidad pública a la privada trae consigo un aumento de la mortalidad. Por dos razones principales: primero, porque la pública carga con los pacientes que rechaza la privada (personas mayores de 65 años, pluripatológicos, enfermos de cáncer, infartos de miocardio...) y, segundo, porque lo hace con muchos menos recursos. Sebastián Martín Recio lo ha explicado diciendo que estamos en una estación con dos vías, una por la que circula el tren de la sanidad pública y otra para el tren privado. El público, feo y atestado, pasa cada tres horas y el privado, bonito y cómodo, pasa cada media hora. El problema es que en el privado no dejan subir a los mayores de 65 años, los que tienen varias patologías y los que sufren enfermedades graves.

La privatización de la sanidad no es algo que nace por generación espontánea, sino que forma parte de una estrategia perfectamente planeada, según lo explicado por el coordinador de la Marea Blanca. Primero, ha dicho, se trata de suprimir la visión histórica de la población, que se queda sin pasado y sin futuro. Sólo existe el aquí y el ahora. Imperan el poder del dinero y el yo mirándome en el espejo. Nada importa más que el hoy. El segundo paso es desprestigiar todo lo público: nada que sea público es bueno, ni funciona ni tiene arreglo. Lo bueno es lo privado. El tercer paso es la oferta de lo privado, rápido y bonito. En Andalucía hay ya dos millones de pólizas privadas y 14 millones en toda España.

Finalmente, llega la cacareada "colaboración público-privada" para reducir las listas de espera, pero cuyo efecto perverso es, según Sebastián Martín Recio, que descapitaliza la sanidad pública para arrimar fondos a la privada. Con el dinero quitado a la pública, la privada se dota de todos los recursos materiales y profesionales, pero rechazan a los pacientes más graves y de tratamientos más costosos. Esto último provoca un aumento de la mortalidad en la pública, que redunda en más sufrimiento y desprestigio de lo público. El coordinador de la Marea Blanca a terminado preguntando a los asistentes al acto "¿vamos a dejar que les roben lo que tanto nos ha costado conquistar?".

Para terminar el acto, Enma Alonso y Francisco Narváez han cantado canciones. Una de ellas, de Violeta Parra, ha sido "La Pericacona se ha muerto", que narra la muerte de una mujer fallecida porque no pudo ver a la "meica". Dice la letra "La pericona se ha muerto / No pudo ver a la meica / Le faltaban cuatro reales / Por eso se cayó muerta." Los ecos de este domingo republicano fontaniego en defensa de lo público se han escuchado también en una lectura de textos y cantes en la sede de Aires Nuevos.