Esta semana empezarán a aplicarse restricciones en el uso del agua, casi con toda seguridad, una vez reciba el visto bueno la propuesta de la mesa de la sequía que se reunirá esta tarde. Los usos concretos que se verán afectados serán conocidos en detalle esta tarde, aunque serán similares a los aprobados pro Emasesa para el área de Sevilla: riego y baldeo de calles, plazas o recintos públicos o privados, zonas verdes o jardines, llenado de piscinas, fuentes para consumo humano que no dispongan de elemento automático de cierre y limpieza de vehículos. La medida afectará a los 210.000 habitantes que dependen del Plan Écija.

El Consorcio de Aguas del Plan Écija tiene previsto emitir un comunicado después de la reunión, que será enviado a los municipios que lo componen para su divulgación pública. Una fuente de Consorcio ha dicho a este periódico que las restricciones de uso serán parecidas a las que Emasesa aplica desde este lunes en su área de actuación. La medida es consecuencia de la grave sequía y al preocupante estado de las reservas embalsadas. El año hidrológico ha sido el peor de los últimos diez años. Los pantanos de la cuenca del Guadalquivir están al 20 por ciento de su capacidad y la previsión para octubre es que no llueva.

Los pantanos de Bembézar y Retortillo, de los que se surten los municipios del Plan Écija, están al 20 por ciento de su capacidad. El Bembézar, con 50 hm3 almacenados, está al 15 por ciento de su capacidad, mientras el Retortillo, con 14 hm3 de los 61 hm3 de su capacidad, está al 23 por ciento. Entre los dos suman unas reservas de 64 hm3, al borde del límite que supone el corte de todo suministro para riego agrícola. En este momento se permiten los riegos de mantenimiento para que no se seque la arboleda, pero cuando queden 62 hm3, cosa que ocurrirá en breve si sigue sin llover, serán suprimidos también esos riegos porque toda el agua debe ser destinada a consumo humano.