Hace un siglo que la garceta bueyera (Bubulcus ibis) empezó a colonizar casi todo el planeta, estando presente en la actualidad en todos los continentes menos en la Antártida. Proviene de las zonas tropicales y subtropicales de África, aunque con el proceso colonizador que aún lleva a cabo, se ha convertido en una de las aves más cosmopolitas que existe. Esta garza blanca, además de ser la más extendida por nuestras tierras, es la más conocida por todos y se le ha dado los nombres como espulga buey, garza ganadera o garza bueyera. En Fuentes el nombre más común utilizado es el de espulga buey, debido a que estas aves se suben a lomos del ganado y de los mulos y burros que antiguamente se utilizaban para trabajar las tierras de la campiña y se alimentan de todos los invertebrados que estos mamíferos contengan entre su pelaje, espulgándolo. De ahí su nombre.

Suelen ocupar charcas de riego, campos de regadío y siempre las podemos observar en grupo cuando algún agricultor realiza movimientos de tierra con tractores y maquinaria agrícola. Esta es una de las imágenes más características de nuestra campiña, sobre todo en época de laboreo y siembra. Si vemos un tractor arando la tierra, podremos esperar detrás una gran mancha de aves blancas alimentándose de cualquier bichito que se mueva. Esas son más que las garcillas bueyeras.

Un "espulga buey" es capaz de consumir más de seiscientos saltamontes, grillos e incluso ratones en un solo día. Se mueve en grandes grupos que buscan alimento en los terrenos de cultivos recién arados e incluso siguen a los animales de labranza y ganados de los que aprovecha insectos e invertebrados que les rodean. La garcilla bueyera debe su nombre a que aparece, frecuentemente, entre un grupo de bueyes. Los bueyes, al comer la hierba, la arrancan, arrastrando con la raíz tierra y dejando al descubierto gran cantidad de animales que habitan en el suelo, de los que se alimentan las garcillas bueyeras.

Lo mismo ocurre con las cigüeñas y las gaviotas, que también podemos verlas detrás de un tractor que esté arando. El arado, al formar los surcos, levanta tierra y deja al descubierto gran cantidad de animales que se encuentran bajo tierra (gusanos, insectos, larvas, anfibios...). Cigüeñas, gaviotas y espulgabueyes aprovechan esta situación para capturar esos animales, que les sirven de alimento. Son insecticidas naturales, aliados por tanto de la agricultura.