Tarde fría en la Carrera y gélida en el pabellón de la Estación. Alguna máscara por la Carrera y un equipo, el del voleibol femenino, casi todo el partido disfrazado de cordero para enseñarle al San Sebastián de los Reyes (Sanse) las garras de lobo en los últimos quince minutos de juego y llevarse los cuatro puntos. Taquicardia durante los finales de tres sets y júbilo de gozo en el cuarto. Resultado: 3-1 para Fuentes y salvada la fortaleza de la segunda posición en la liga. Los sets de infarto quedan plasmados en los parciales 25-27, 25-23 y 27-25. La (casi) igualdad hecha números. El primero, para las madrileñas y el segundo y el tercero para el equipo fontaniego. Luego ha llegado el apoteosis en el cuarto set, saldado con un contundente 25-12. Bien está lo que bien acaba.

Como corresponde a un helado sábado de carnaval, la nota de color la han puesto tres mocitas disfrazadas de esquimales, muy monas ellas, en minifalda y con gorros de astracán del Volga. Y un seguidor de las madrileñas que sin estar disfrazado podía haber pasado por el Yeti de las nieves siberianas. Todo muy acorde con la temperatura ambiente -el pabellón de la Estación es un congelador- y con la celebración que fija el calendario. Como suele, el equipo de Fuentes ha ido de menos a más hasta la traca final. La presión de tener que salvar la posición, con el tercero, el Bunyola, a cuatro puntos. Pisando los talones. Fuentes perdió la semana pasada frente al líder y el Bunyola ganó. De haber perdido hoy Fuentes, el segundo y el tercero estarían empatados a puntos. No ha sido el caso.

Para ganarle al noveno, el Sanse, Fuentes ha necesitado calentar motores hora y media. Durante ese tiempo, el equipo no se ha hallado a sí mismo. Ha sufrido como hacía jornadas que no sufría. O dicho de otra forma, no ha disfrutado del juego como hace tiempo que disfruta y que explica la posición que ocupa en la tabla de clasificación. El público ha aplaudido a rabiar, no se sabe si para animar a las jugadoras o para calentar las heladas manos. El trío arbitral ¡las pobres! ha pasado más frío que una espuerta de gatos. Incomprendidas y tiritando. El entrenador, Moisés de Hoyo ha sufrido escalofríos hasta que las de Fuentes se han quitado la careta de cordero.

Dice de Hoyo que conforme se acerca el final de la competición, la obligación de ganar para mantener la segunda posición puede provocar estas inseguridades en el equipo. La semana próxima, Fuentes se verá cara a cara con otro madrileño, el Collado Villalba en tierras de Castilla. Sigue con la premura de ganar para salvar la posición de subcampeón y poder disputar en poco tiempo la liguilla de ascenso. El Collado ocupa la quinta posición. El líder granadino suma 52 puntos, el Fuentes se afianza con 46 y el Bunyola le sigue los pasos con 42. Dos equipos andaluces en la cabeza del voleibol femenino de primera división, seguidos por un mallorquín.

Pase que la semana pasada perdiese frente al Universidad de Granada, el líder hasta ahora imbatido. Pase, además, porque cayó derrotado con un juego de campeonato. Lo que no podía pasar es que perdiese esta tarde frente al noveno en la tabla. Eso hubiese sido harina de otro costal. Tampoco ha sido el caso, aunque ha estado en un tris. Fuentes ha despertado en la fase final del partido. Eso sí, el despertar ha sido electrizante. Un recital de juego rematado con la guinda del resultado, 25-12, una diferencia que hace más justicia a la trayectoria de triunfos que lleva el equipo fontaniego esta temporada y la pasada. Un set para ser enmarcado y para olvidar del frío que ha hecho en la Estación. Las esquimales en minifalda se han hecho la foto con el equipo vencedor, al tiempo que el Yeti madrileño desaparecía en la oscuridad de la noche helada de Fuentes.