La muerte de Fernando González Tortolero supone la pérdida de una gran persona, luchador por los derechos de sus conciudadanos en épocas de persecución y torturas, trabajador incansable por las libertades y humilde en su vida política. Siempre pasaba desapercibido, como si nada estuviera haciendo, pero sus ideas, consejos e intervenciones tenían profundidad de pensamiento. Parco en palabras, pero grande de ideas. Fernando ha sido un gran hombre y debe permanecer en la memoria de todos los fontaniegos. Nadie muere si está en el recuerdo de las gentes y Fernando no debe desaparecer de nuestra historia reciente. Ya que ella no es fruto de las grandes figuras, sino del quehacer de la gente humilde que con su trabajo diario construye los caminos para que la vida de los demás, de sus convecinos, sea más fácil, más segura y con más derechos y libertades.
En la década de los años 60 del siglo pasado, en la vida local ocurrieron dos hechos importantes: la muerte del padre de Fernando, Manolo el de la “Robustiana”, acaecida en 1960 y el fusilamiento de Julián Grimau en 1963. El primero originó que Fernando se convirtiera en el relevo político del padre. Mientras que el segundo dio lugar a la política de reconciliación nacional por parte de los partidos en la clandestinidad y que el PCE fuera adquiriendo un peso importante en la sociedad. El fue una importante piedra angular en el renacimiento del PCE local.
A partir de estos hechos, a finales del 1963 Juan León Flores “Celestino”, fontaniego de nacimiento, que ya era miembro del PCE en Sevilla, toma contacto con Fernando González “Robustiano” y ambos mantienen varias reuniones, llegando el primero a convencer al segundo de la necesidad de reorganizar el partido que estaba desconectado de la dirección de Sevilla. Era necesario que en Fuentes existiera un partido organizado. De esta necesidad surge la idea de mantener una entrevista entre Manolo y Antonio García Cano, que se produce en el campo de fútbol, cerca de la “Cruz Juan Caro”, en la entrada del pueblo, un domingo que se disputaba un partido de futbol, mezclándose entre los espectadores para evitar sospecha. En este encuentro acuerdan, entre otras cosas, reorganizar el partido en Fuentes. Antonio León Flores, “el Cateto”, como cariñosamente se le conoce en Sevilla, hermano de Juan, fue de gran ayuda en la organización del partido local, ya que trabajaba en el taxi de Sevilla y venía con frecuencia al pueblo. Estaba casado con Juana, hija de Antonio “el Tío de los Hierros”.
Entrado el año 1964, Fernando convoca una reunión a la que asisten “Navarrito”, Manuel “el Bomba”, José Morón. Del partido en Sevilla acuden Juan León y Antonio García Cano, miembro del comité provincial. En ella se plantea la política activa del partido: crear y consolidar el movimiento obrero e ir fortaleciendo poco a poco el PC local. Unos meses más tarde tiene lugar otra reunión más amplia a la que asisten, además de los anteriores, Sebastián Martín, “Catalino”, Francisco “el Penco”, Francisco “Monumento” y los hermanos Bernardino y “Michiclorio”. Durante el año 1964 siguieron teniendo continuas reuniones a fin de mantener vivo el espíritu de lucha. En una de ellas, Fernando plantea a Antonio Cano la idea de tener un contacto con algunos jóvenes del pueblo ya que era necesario ir creando las juventudes comunistas en Fuentes. Él queda encargado de la organización de los jóvenes, mientras que en Sebastián Martín “Catalino” recaería la organización y coordinación del grupo de mayores. Al PCE local van a ir incorporándose jóvenes militantes que aportarán nueva savia y nuevas formas de dialéctica, que darán lugar a las primeras reivindicaciones laborales en el campo fontaniego: jornadas de 8 horas, 10 minutos de paro laboral, descanso los domingos y festivos y libertad religiosa.
El participar activamente en la defensa de los derechos y libertades de los obreros va a conducir a que las acciones de propaganda sean perseguidas por los poderes franquistas. La acción policial y la presión política se recrudece en estos años contra los comités provinciales y locales del PCE. Así, son detenidos, juzgados por Tribunal de Orden Público y condenados varios de sus dirigentes. En 1968 son detenidos y condenados José Pérez Norte, Antonio García Cano y Francisco Ruiz García por propaganda comunista y junto a ellos Sebastián Martín Caro, Benardino Caro López, Salvador Galán Sarria y Fernando González Tortolero por haber creado el comité local del PCE en Fuentes de Andalucía junto a los primeros y son condenados a 2 años de prisión.
Las acciones de Fernando le llevaron a la cárcel junto a sus compañeros. Esta sentencia es un ejemplo claro de la persecución que sufrían las personas que se oponían al régimen franquista y que desde sus organizaciones clandestinas transmitían a los obreros y paisanos la idea y el espíritu de lucha por defender sus libertades y sus derechos. Por ello debemos sentirnos orgullosos de ellos.
La muerte del dictador Francisco Franco dio paso a la transición democrática y con ella aparecieron las instituciones elegidas por el pueblo. Entre ellas, los ayuntamientos. En las elecciones municipales del 3 de abril de 1979 el PCE obtiene 6 concejales, la UCD 4, el PSOE, 2 y el PSA 1. Entre los concejales del PCE figura Fernando González Tortolero, que formó parte de la comisión de Abastecimientos y Servicios Comerciales, Beneficencia, Bienestar social y Agricultura y Ganadería. Posteriormente fue delegado de Asistencia Social. Creo que en las siguientes elecciones municipales celebradas en mayo de 1983 fue nombrado delegado de parques y jardines y en su actuación plantó numerosas palmeras en la feria, plazas y calle Virgen de los Dolores.
Al crearse la Comisión de la Memoria Histórica local para recuperar y divulgar la memoria histórica del municipio, Fernando va a formar parte activa de ella. Desde los primeros momentos fue un personaje activo con su trabajo personal y la aportación de sus ideas, siempre claras y constructivas. Cualquier iniciativa propuesta la tomaba como suya, aunque siempre diese su positiva o negativa opinión para mejorar la actividad propuesta. Era un hombre sensato y con cultura política positiva. Junto a otros miembros de la Comisión, muchos de ellos ya desaparecidos, trabajó para adecentar y poner en valor el Parque de los Luchadores por la Libertad.
Junto a otros hombres y mujeres, trabajó codo con codo para que ahora en nuestro pueblo disfrutemos de libertad y derechos. Fernando forma parte de la historia fontaniega. Descansa en paz Fernando y que la tierra te sea leve.