El ataque de Hamás, el 7 de octubre de 2023, contra Israel, buscaba poner en la agenda política internacional la cuestión palestina y provocar una respuesta desproporcionada por parte del estado judío que indignara a la comunidad internacional. Para conocer el origen del conflicto entre israelíes y palestinos hay que remontarse al 1917 y enmarcarlo dentro del conflicto árabe-israelí. En Europa surgió en casi todas las naciones un sentimiento antisemita y en respuesta a ello apareció el movimiento sionista, que defendía el establecimiento de un estado judío en la tierra prometida, Palestina, perteneciente en aquellos momentos al Imperio Otomano. A partir de este momento, oleadas de judíos emigraron a aquella tierra, que fue masiva al término de la segunda guerra mundial, tras el holocausto nazi.
Debido al incremento de la presencia de judíos en Palestina se produjeron enfrentamientos entre las dos poblaciones, palestinos e israelíes, que se fueron haciendo cada vez más intensas y más frecuentes. Ante esta situación, la ONU aprobó la división del territorio, el 55% para los israelíes y el 45% para los palestinos, al este la llamada Cisjordania y al suroeste, junto al Mediterráneo la franja de Gaza. Los judíos aceptaron el reparto del territorio, mientras que los palestinos lo rechazaron y estalló el enfrentamiento entre ambos pueblos que se saldó con la huida y expulsión de casi las dos terceras partes de los palestinos. Tras la declaración de independencia del estado israelí, con capital en Tel Aviv, los palestinos de nuevo declararon la guerra a los judíos, que finalmente fueron derrotados por los israelíes. Tras esta derrota huyeron de Palestina unos 700.000 árabes que viven desde entonces en campamentos de refugiados y ciudades del Líbano, Siria y Jordania. El resto viven en Cisjordania y Gaza y establecieron su capital en Jerusalén.
Tras las elecciones en Palestina del 2006, el país se ha dividido en dos partes, Cisjordania gobernado por la OLP y Hamás, que controla la franja de Gaza. El origen de este último grupo político está en el movimiento internacional de los Hermanos Musulmanes, fundado en Egipto por Hassan al-Banna y su presencia en Gaza surgió en 1987 durante la primera intifada palestina (levantamiento palestino contra los asentamientos judíos en los dos territorios, Cisjordania y Gaza).

Tras esta breve descripción del origen del conflicto palestino- israelí, conviene que nos adentremos en el conflicto actual de Gaza. El ataque realizado por Hamás y la Yihad Islámica Palestina contra Israel el 7 de octubre supuso que Israel por primera vez perdió el control de su territorio y el fracaso de su agencia de inteligencia, el Mosad. Este ataque, declarado por todo el mundo como una acción terrorista, supuso la captura de 251 rehenes, la muerte de 695 civiles entre ellos 36 menores de edad, 71 civiles extranjeros y 373 policías y soldados.
La respuesta de Israel no se hizo esperar y el 28 de octubre las fuerzas de Israel enviaron tanques e infantería apoyados por la aviación, al tiempo que buques bombardeaban la franja de Gaza sin tener en cuenta los edificios protegidos por las leyes internacionales de guerra, refugios, escuelas y hospitales. Salvo escasos periodos de alto el fuego, los bombardeos han sido constantes sobre la población, que se ha visto desplazada de norte a sur y de este a oeste sin tener donde ir para librarse de la muerte. Además, Israel no ha permitido que la ayuda humanitaria entre con regularidad en los territorios palestinos, con lo que el hambre ha rematado la acción de exterminio de la población. Según las últimas cifras de que se dispone ha habido 64.871 muertos, de ellos más de 17.000 niños, 164.610 heridos, 14.400 desaparecidos y 1.900.000 desplazados.
Ante esta masacre, las naciones han comenzado a reaccionar, aunque tarde, y en la asamblea general de la ONU más de 157 estados han reconocido al estado Palestino, al que el presidente de EE.UU, que reclama para sí el Nobel de la Paz, no ha dado el visado a sus dirigentes para que pudieran asistir a la asamblea. ¿Va a servir este reconocimiento para que llegue la paz? Mucho me temo que no porque el estado de Israel ya tiene concebida la idea de repartirse la franja de Gaza con EE.UU y anexionarse la Cisjordania, expulsando a los palestinos a otros países limítrofes, ante la pasividad de los países del mundo libre y occidental.
El genocidio que se está produciendo en Gaza no tiene parangón en la historia de la humanidad. Permanecemos impasibles ante el sufrimiento. La UE se ha bajado los pantalones y ha permanecido indolente ante la situación de Gaza. El color de la piel sigue siendo un importante hándicap para que nuestras naciones se levanten y aúnen sus esfuerzos para solventar este exterminio atroz. Pronto mandamos ayuda a Ucrania cuando la invasión de Rusia.
Todavía hay naciones de la Unión Europea que siguen sin definirse y aceptar que lo que pasa en Gaza es un verdadero genocidio y justifican que lo que Israel está haciendo es una defensa del ataque que ha sufrido por parte de Hamás. Tenemos que condenar toda acción de terrorismo con todas nuestras fuerzas, pero la reacción a esa acción no puede consistir en matar indiscriminadamente a la población civil sin tener en cuenta la edad, el sexo y su situación personal y menos no permitiendo que la población reciba la ayuda humanitaria. Por tanto, toda nuestra condena a la acción del ejército israelí. Por una Palestina libre y por una paz permanente en Oriente Medio.