El actual término de Fuentes tal como lo conocemos es muy moderno comparado a otros de nuestro entorno. Su formación actual data del siglo XIX, cuando Javier de Burgos, secretario de estado y de Fomento General del Reino en la Regencia de María Cristina de Borbón, en la minoría de Isabel II, divide a España en 49 provincias y 9.355 municipios por el decreto de 30 de noviembre de 1833. Uno de ellos, Fuentes de Andalucía.

De todos es conocido que el actual término municipal de Fuentes de Andalucía está formado por dos entidades territoriales perfectamente definidas: Fuentes y La Monclova o Moncloa. Hasta el siglo XIX estas dos entidades estaban separadas porque pertenecían a dos señores diferentes, la primera al Marqués de Fuentes, descendientes de los primeros señores y la segunda a los descendientes de Edigio Gil Bocanegra, en la figura del Duque del Infantado.

Las Cortes de Cádiz, por el decreto de 6 de agosto de 1811, abolieron los señoríos, convirtiéndolos en simple propiedades privadas, así como el vasallaje y las prestaciones personales al señor. El decreto de las Cortes de Cádiz suponía la incorporación a la nación de los señoríos jurisdiccionales de cualquier clase y condición, pasando a ser competencia pública el nombramiento de todos los  justicias y demás funcionarios públicos.

Estos decretos y leyes condujeron a dos importantes cosas: primera, que los oficios del ayuntamiento no fueran nombrados por los señores de Fuentes y, segunda, que el territorio de la Monclova, casi despoblado desde finales del siglo XVIII, (en I79I se hallaba reducida su población a cuatro o cinco personas que vivían en el palacio y a otras escasas que habitaban en una venta), fuera agregado al municipio de Fuentes de Andalucía, quedando tal y como en la actualidad conocemos.

Las primeras noticias que poseemos de la unión de ambos territorios datan del Cabildo celebrado el día 6 de abril de 1826 para tratar de la plaga de la langosta, en el que ante la petición de recursos por parte de la junta de extinción de la langosta, los regidores dijeron que era público y notorio que cuando apareció esta plaga en la despoblada villa de la Moncloa, cuya jurisdicción está agregada a esta villa de Fuentes, acudió el ayuntamiento a su remedio. Para conocer mejor el origen de nuestro término municipal analizaremos por separado cada uno de los dos territorios.

El núcleo de Fuentes

El término de Carmona, que era de realengo, es decir, pertenecía al rey, sufrió a lo largo del Siglo XIV importantes segregaciones por un proceso de señoralización, sobre todo con la llegada al trono de Enrique II de Trastamara, debido al apoyo que la ciudad había prestado a Pedro I el Cruel.

A mediados del siglo XIV, el castillo y el caserío pasó, concedido por Alfonso XI en 1345, por su ayuda en la toma de Algeciras, a ser señorío de D.  Alvar Pérez de Guzmán, Señor de Olvera, Alguacil Mayor de Sevilla, al que no se le dio territorio alguno alrededor del castillo ya que en los repartimientos de Écija el mojón de la delimitación de los términos de Écija, Marchena y Carmona estaba situado en el nacimiento del río Guadalbardilla. Posteriormente, a finales del Siglo XIV, el señorío de Fuentes se vendió a D. Alonso Fernández de Sevilla y a su mujer Isabel Belmana (Inés de las Casas), hija de Guillén de las Casas, tesorero mayor de Andalucía, a quienes Enrique II les concedió el mayorazgo con el Castillo de Fuentes y unas casas en la collación de San Marcos de Sevilla y de los que procede la casa de los marqueses de Fuentes, que tomaron el apellido de su señorío. Alfonso Fernández de Fuentes emprendió la repoblación de su señorío, llegando a tener ya, en 1399, 100 vecinos (aproximadamente entre 300 y 600 habitantes)  
A partir de estos momentos históricos, los esfuerzos que realizaron los Señores de Fuentes para conseguir un ámbito territorial y jurisdiccional para su señorío se encontraron con la oposición del Concejo de Carmona. Los pleitos entre Carmona y los señores de Fuentes se remontan a 1417, cuando Carmona plantea uno contra Pedro de Fuentes, II señor de Fuentes, en el que se queja de que este último ha ocupado cierto territorio de la villa (parece ser en la zona llamada El Algarvejo, donde se llevó a cabo una intensa roturación y plantación de viñas). A pesar de la oposición de su Concejo, la villa de Carmona no pudo evitar que los pobladores de Fuentes ocuparan tierras de la villa al carecer de término propio.
Estos pleitos continuaron hasta que, en 1558, Felipe II vendió a Álvaro de Fuentes y Guzmán, octavo señor de Fuentes, los terrenos situados a media legua alrededor de la villa de Fuentes para que le sirviese de término y concedió a los señores de Fuentes jurisdicción civil y criminal sobre ellos.

El núcleo de la Monclova

En el Repartimiento de Écija se fija allí una de las aldeas con las que se proyectó llevar a cabo la repoblación del término. Bajo la jurisdicción de aquella ciudad debió permanecer hasta que en 1342 la sacó de ella Alfonso XI para premiar los servicios que en la conquista de Algeciras le había prestado el Almirante de la Mar Micer Egidio Bocanegra, más conocido como Gil Bocanegra
Sabemos que estos territorios eran ricos en caza mayor, pues en el Libro de Montería de Alfonso X, que nos informa de los cazaderos reales en Sierra Morena, tan sólo cita dentro del término de Carmona los alrededores del arroyo Guadalbardilla en los límites con los términos de la villa de Écija, es decir, en la Monclova como lugar apropiado para la caza de jabalíes.