“Teníais idea de la cantidad de libros sobre las mujeres que se escriben a lo largo del año? ¿Teníais idea de cuántos los escriben hombres? ¿Sabéis que sois, quizás, el animal más discutido del universo?”. Virginia Woolf, Una habitación propia
Ver la película Las horas me llevó a releer La señora Dalloway, siempre de lectura difícil, y Una habitación propia, lectura que en su momento me entusiasmó y una biografía, a continuación, de Virginia Woolf. El verdadero hallazgo de leer la biografía de la gran escritora británica ha sido Tres Guineas. Es una obra más militante que Una habitación propia, definitivamente rompedora si se tiene en cuenta el momento en que fue escrita, con una Europa a punto de entrar en guerra, con los fascismos en el poder.
Virginia Woolf vincula el pacifismo con la batalla contra el sexismo, el patriarcado. Ve la guerra como un mal masculino. Encuentro el libro totalmente de actualidad: ahí tenemos a Trump, Bolsonaro, Orbán, Abascal, Meloni… Sí, mujer, el patriarcado es un sistema, una estructura y por lo tanto para alcanzar el poder en mano de los hombres aquellas que aceptan y dan por válido esa estructura alcanzan también el poder.
En Tres Guineas opone el feminismo al fascismo. De ahí su actualidad. Es lo que esta ocurriendo ahora que los jóvenes se inclinan por la extrema derecha o la desafección política, que viene a ser lo mismo, porque qué es si no eso tan bien pensado de los autores de derecha, del capitalismo salvaje que dicen “no te metas en política, son todos iguales, no merece la pena luchar por una sociedad mejor, solo interesante por ti mismo”. Es el mensaje del neoliberalismo más desalmando.
En Tres Guineas, Virginia Woolf viene a decir que es el feminismo, que son las mujeres de la periferia las que no están en el poder, las que salvarán a la humanidad, las que nos salvarán del fascismo y la violencia. No es un panfleto feminista, sino que invita a hacer la revolución desde fuera. En una ocasión escribió en su diario “Diría que me aburren totalmente los libros de guerra, que detesto el punto de vista masculino, que me aburre su heroísmo, su virtud y su honor. Que lo mejor que pueden hacer los hombres es no hablar de ellos más”.
Por todo ello y por poder disfrutar de buena literatura, os invito a leer este verano a Virginia Woolf.