La basura contiene un tesoro para el que sepa encontrarlo. Un tesoro que puede dar para vivir bien toda una vida. La familia Gutiérrez, primero el padre, Rafael Gutiérrez Cordón "Tío los Hierros", y después el hijo, "Rafalín", lo ha hecho durante más de medio siglo. Desde este mes de febrero, Rafael "el del camión de la basura" vive de la pensión y de los ahorros de una vida entregada al trabajo incluso más allá del tiempo deseado. Acaba de soltar en manos del ayuntamiento la empresa de recogida de basuras creada en 1970 por su padre y de la que ha vivido trasegando con lo que desechaba el vecindario de Fuentes.

Pregunta.- ¿Está mal visto ser basurero?

Respuesta.- En el pasado nadie quería trabajar de basurero, pero eso acabó cuando dejamos de manejar bolsas y cubos. Los contenedores acabaron con la mala imagen de los basureros. Además, antes para ser alguien en Fuentes tenías que ser albañil o agricultor. Con el tiempo, eso cambió y nos envidiaban porque teníamos un sueldo fijo, fuese la economía bien o mal. Llegó un momento en el que pasamos a ser "técnicos especialistas en recogida de residuos urbanos". Jajaja.

P.- ¿Ganas de dejar la empresa en manos del ayuntamiento?

R.- Sí, muchas. Por mi la habría dejado varios años antes, pero desde que en 2017 el ayuntamiento me comunicó su decisión de municipalizar la recogida de basuras hasta ahora no lo han hecho realidad. Las cosas de palacio van muy despacio, Ahora, por fin ha sido posible dejarlo para descansar. Ten en cuenta que empecé con mi padre en esto cuando apenas tenía 14 años. Eso sí, dejo un magnifico equipo compuesto por José Manuel Picón, José Mari Marín y Juan Gutiérrez, además de dos camiones, un Mercedes con 17 años y un Iveco con 23. Esas personas y esos vehículos son como de mi familia.

P.- Ha cambiado mucho la basura y la forma de recogerla, ¿no?

R.- Sí, mucho. Antiguamente la recogían puerta a puerta con carro tirado por burro. Mi padre y mi tío Pepe compraron el primer camión en 1970, cuando obtuvieron del ayuntamiento la concesión del servicio. Ellos no ganaron el concurso público, sino que quedaron terceros, pero renunciaron el primero y el segundo. El camión era un Ebro de 7000 kilos y con él recogían la basura que la gente sacaba en cubos de pintura, espuertas, sacos... En aquellos años la verdad es que había pocos residuos, como había poco consumo, además de que casi todos los resto orgánicos se utilizaban para alimentar a los animales domésticos. Allí iba sobre todo el estiércol de los animales con los que la gente todavía compartía la casa, burros, cabras, gallinas, conejos y cochinos, además de perros y gatos. La gente no se puede imaginar las cosas que uno puede encontrar tiradas en la basura.

P.- Cuenta, cuenta...

R.- Muchos cadáveres de gatos y perros, cámaras de foto y una mujer llegó a tirar la dentadura postiza del marido. El hombre anduvo un buen rato hurgando entre las bolsa hasta que la encontró. Más de una vez nos hemos topado con movimientos extraños dentro de bolsas de basura y, al abrirlas, con la sorpresa de camadas enteras de gatitos vivos. Otra vez, una gallina viva. O un perro enorme y vivo dentro de un saco. En otras ocasiones hemos hecho de auxilio social atendiendo a algún que otro borracho acostado entre los contenedores. Tesoros dentro de la basura no hemos encontrado, pero carteras tiradas debajo de un contenedor sí, en más de una ocasión. Otra vez hicimos de bomberos en la calle las Ratas porque a un vecino se le prendieron las cortinas.

P.- ¿Las diferencias sociales tienen un reflejo claro en la basura? ¿Cambian los residuos según los barrios?

R.- No las he visto. Lo que notamos es que en los barrios hay más selección de residuos, pero creo que es porque hay más medios. El centro de Fuentes es un problema para instalar diferentes contenedores. Hay sitios donde el camión no puede entrar y calles en las que los vecinos aceptaron muy bien el sistema de contenedores, de los que tenemos instalados 240 verdes, y calles donde todavía hay rechazo. Muchos no quieren contenedores cerca de sus puertas y los trasladan de aquí para allá, como si la recogida de residuos fuese un capricho y no una primera necesidad. El sistema se instauró en 1990 con los primeros 50 contenedores.

P.- No había recogida todos los días.

R.- Teníamos dos circuitos. Los lunes, miércoles y viernes, la mitad del pueblo y los martes, jueves y sábados la otra mitad. Así estuvo desde 1970 hasta 1990. Llevábamos los residuos a los vertederos de la Fuente la Reina, el Molino de Viento y El Barrero, donde se quemaban y después de enterraban. Después llevábamos las basuras a Écija, pero el año 2000 también se colmató y ahora van a La Puebla de Cazalla-Marchena. Lo verdaderamente meritorio es que Fuentes ha disfrutado de un sistema de recogida de residuos que no ha fallado ni un día. Écija y Fuentes tienen los mejores servicios de basura de toda la comarca.

P.- ¿Y ahora qué?

R.- Ahora a recuperar el tiempo perdido, a disfrutar de mi familia y de mis amigos, a los que les he fallado muchos días porque este trabajo demanda estar activo precisamente cuando los demás disfrutan de tiempo libre. Ya me tocaba poder ir a los toros cuando quiera o sentarme con mi amigo Domingo Chacón sin estar pendiente del reloj. Me necesitan mi mujer, Rosario, y mi hijo Daniel, a los que les debo muchas horas atrasadas de cariño. También quiero disfrutar de mi nieto Fabio, que ha llegado a la familia como una auténtica bendición del cielo.