Cansados, asustados y agradecidos. Los primeros refugiados están desde esta tarde en Fuentes. Proceden de la zona este de Ucrania, de donde salieron hace más de un mes, el 13 de marzo, hasta llegar aquí. Llegaron a Sevilla en el AVE de las dos y media procedentes de Barcelona, donde han pasado sus dos primeras semanas en España. Les han acompañado hasta Fuentes dos profesionales de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) en un coche de esa organización. Sobre las tres y media de la tarde entraron por la puerta del antiguo convento de las Mercedarias, su nuevo hogar hasta fecha indeterminada.

Un cartel en ucraniano, ruso y castellano les ha dado la bienvenida. El ruso se ha incluido porque es el segundo idioma más utilizado en Ucrania y el único para una parte de los ucranianos. Han encontrado la mesa puesta para el almuerzo. El hombre ha preguntado si tienen que pedir permiso para salir a la calle y si tiene que llevar algún documento para pasear. No necesitan permiso para nada, son libres. A Barcelona llegaron en autobús desde la frontera con Polonia.

El hombre tiene 34 años y nacionalidad azerbaiyana, motivo por el cual ha podido salir de Ucrania. Como es sabido, a los hombres en edad de combatir les está prohibido dejar el país. De momento, lo principal es que descansen del largo viaje, aunque el hombre ha mostrado ganas de salir cuanto antes a conocer Fuentes y, especialmente, asistir a la procesión del Santo Entierro. Dice que él era agente comercial.

El centro Fuentes Acoge, que se como se va a llamar desde ahora lo que fue escuela hogar de las Mercedarias, está capacitado para acoger un total de 24 personas. El lunes esta familia deberá desplazarse de nuevo a Sevilla para hacerles en la sede de la CEAR una primera entrevista. Los ha traído esta tarde el equipo de emergencia de CEAR que trabaja Semana Santa.

Para esta llegada de los refugiados un grupo de voluntarios, especialmente voluntarias, ha trabajado contra reloj durante una semana. Han limpiado, pintado, reparado y montado decenas de enseres donados por vecinos y vecinas de Fuentes. En tiempo récord y con una eficacia encomiable. Camas, mesas, sillas, ropa, cuna, pañales, almohadas, mantas, botiquín con medicamentos básicos, termómetro... El centro de refugiados Fuentes Acoge dispone de todo lo que se puede necesitar para tener una vida digna durante el tiempo que haga falta.

Una empresa de servicios se ocupa de la manutención y del mantenimiento, incluida la atención de un conserje. Los costes corren a cargo del fondo de ayuda al refugiado que gestiona el CEAR. Además, un amplio abanico de voluntarios y voluntarias de velar para que nos les falta nada a quienes llegan huyendo del horror de la guerra. Un primer grupo de voluntarios se han ocupado de recibir y organizar los enseres donados por los vecinos de Fuentes. Otro grupo ha trabajado de forma ejemplar en la limpieza, arreglos y pintura.

Ahora coge el relevo el equipo de acompañamiento, que cuidará de que la llegada sea lo mejor posible. Después de uno días de descanso hablar que gestionar la integración de estas personas en la vida cotidiana de Fuentes. Habrá que ayudarles a incorporar a los niños al sistema educativo y a todos un trabajo de aprendizaje del idioma. El cuarto equipo constituido para la ayuda a Ucrania se dedica a la sensibilización.