Los migrantes residentes en Andalucía tienen una mejor percepción de su salud, consumen menos tabaco y alcohol que los españoles y consultan menos al médico.
Estas son algunas de las principales conclusiones del informe ‘Salud de las personas migrantes internacionales en Andalucía’, un análisis del estado de salud, los
determinantes sociales y el acceso al sistema sanitario público de la población migrante, a partir de los datos de fuentes estadísticas oficiales, realizado por la Consejería de Salud y Consumo, a través de la Dirección General de Cuidados y Atención Sociosanitaria, y la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP).
Este documento ha sido elaborado con financiación del fondo europeo para reasentamiento y reubicación de refugiados y constituye el primer esfuerzo integral para visibilizar las necesidades de salud de esta población desde una perspectiva de equidad, género y salud pública. El informe muestra que el 10,5% de la población andaluza es inmigrante, con un perfil joven y activo, con edades entre 25 y 44 años. El 74% de la población inmigrante en Andalucía es originaria de fuera de la Unión Europea. Entre sus principales resultados, el informe revela que las personas inmigrantes presentan una mejor autopercepción de salud general. En concreto, el porcentaje de personas que perciben su estado de salud como muy bueno es considerablemente mayor en la población nacida en el extranjero (30,4%) que en la población nacida en España (22,6%).
En cuanto a los estilos de vida, se aprecian diferencias importantes en temas como el consumo de tabaco. Los españoles consumen tabaco a diario 10 puntos más que las inmigrantes, en torno al 20% y el 10%, respectivamente. El consumo de alcohol también es superior en las personas autóctonas: el 13,3% consume alcohol a diario o casi a diario frente al 4,7% de las personas inmigrantes. En general, la utilización de servicios de salud es menor entre la población inmigrante, destacando la consulta a urgencias, especialidades hospitalarias y prevención.
Concretamente, el 17% de la población inmigrante declara haber utilizado servicios de urgencias en el último año desde la realización de la Encuesta Europea de Salud en España (EESE), frente a un 21% de la población española. Además, un 23% de personas inmigrantes declaran no haber consultado nunca a especialistas frente al 5% de población nacida en España. Con respecto a la prevención, un 9% de la población inmigrante dice haber sido vacunada en la última campaña de la gripe, frente al 23% de la población española.