Como cada 5 de agosto, la parroquia de Fuentes de Andalucía conmemora la festividad de su titular, Santa María la Blanca, también nombrada como Virgen de las Nieves, a cuya advocación mariana está dedicada el principal templo de la localidad. (En la foto de arriba, detalle de la corona de la Virgen). Como es tradición en este día, durante el canto de la Salve a la Virgen de las Nieves –al término de la función en su honor– se realizará la nevada de jazmines y flores blancas desde la cúpula del altar mayor fontaniego, recreando la ocurrida en Roma, aquel 5 de agosto del año 358.

El origen de este título de la Virgen María se basa en la tradición que narra cómo en el siglo IV, durante el pontificado del papa Liberio, un matrimonio romano sin hijos deseaba conocer el destino que debía dar a sus abundantes bienes. Siendo grandes devotos marianos, el marido soñó que la Virgen le había indicado que debía levantar un templo en su honor allí donde Ella le indicara. A la mañana siguiente, en pleno verano –era 5 de agosto–, apareció milagrosamente nevado el Monte Esquilino, a las afueras de la ciudad de Roma.

Puestos los hechos en conocimiento del Papa, éste autorizó la construcción de un templo en dicho lugar, bajo la advocación de Santa María de las Nieves o Virgen Blanca, donde hoy se sitúa la Basílica de Santa María la Mayor.

Los registros más remotos del archivo parroquial fontaniego, que datan de 1532, ya citan al templo originario de la naciente villa de Fuentes bajo el título de Santa María la Blanca, de cuya imagen primitiva no se tiene constancia.

La actual efigie de la Virgen, que preside el retablo mayor del templo, es una talla de la segunda mitad del siglo XVI, atribuida al escultor Jerónimo Hernández (Ávila, c.1540 – Sevilla, 1586).

Jerónimo Hernández se formó en el taller toledano de Juan Bautista Vázquez «el Viejo», y cuando contaba con unos veinte años se trasladó a Sevilla, juntamente con su tutor y maestro, donde desarrolló su vida profesional. Hernández está considerado un precursor de la denominada Escuela Sevillana de escultura del siglo XVII.

La imagen fontaniega de la Virgen de las Nieves fue restaurada en 1834, de cuya intervención se estima que procede el suplemento de tela que posee en el cuello y le afea notablemente, así como pierde la policromía original. Tal intervención tuvo un coste de «810 reales en poner ojos nuevos, pintar y estofar la Imagen de Ntra. Sra. Santa María la Blanca [...] conducirla a Sevilla y sus portes».

El juego de coronas de plata de la efigie, del siglo XVII, posee las siguientes inscripciones: «Santa María la Blanca de Fuentes. Diola Doña Inés de Herrera Gamero y Leon Garavito. Año 1666» en la de la Virgen; y «Diola el Doctor Don Juan Carvallo Gamero. Año 1666» en la del Niño Jesús.