La grave crisis que sufre la sanidad pública en la sierra sur y la campiña está en un callejón sin salida. Sin horizonte de salida para el atolladero. Dos días después de que la consejera de Salud, Catalina García, reconociera que no tiene soluciones al problema sanitario existente en la zona, esta mañana el presidente de la Junta, Juanma Moreno, se ha negado a recibir a 21 alcaldes de los 24 municipios afectados que suman más de 170.000 habitantes. Los otros tres alcaldes son del PP. El colapso sanitario se suma al colapso político. Los alcaldes, encerrados desde el día anterior en la sede de la Diputación en protesta por el deterioro que sufre la atención sanitaria de sus pueblos, han acudido a San Telmo arropados por varios cientos de manifestantes del área sanitaria de Osuna.

Los alcaldes albergaban pocas esperanzas de ser recibidos por el máximo responsable político de la comunidad, que ni siquiera había respondido a la petición de reunión presentada por escrito con anterioridad. Con todo, esta mañana a las diez han hecho el recorrido que separa la Diputación de la Junta para mostrar la indignación por la falta de soluciones al problema sanitario. Los manifestantes han gritado, coreado y hasta cantado "¡Ay Bonilla, dónde está Bonilla, Bonilla está en San Telmo vendiendo la sanidad!". "¡Es un acto criminal recortar la sanidad!", ha sido otro de los lemas más coreados.

El portavoz de la Marea Blanca de la sierra sur, Juan Monedero ha declarado que "tienen la cara de decir que no tienen solución y nos mandan a pedir arreglo a Madrid, como si los 200 médicos que han salido de Sevilla no se hubiesen ido por los contratos basura que hace la Junta". El problema ya no lo niega ni la propia consejera de Salud, aunque le echa la culpa a la falta de profesionales y a que muchos rehuyen trabajar en el área afectada. Sin solución y sin diálogo político, el verano se presenta desolador para quienes necesiten atención sanitaria. Los propios sanitarios se quejan de falta de recursos para atender las necesidades básicas. Las listas de espera para especialistas e intervenciones quirúrgicas son interminables, no hay pediatras y en muchos centros del área faltan médicos de cabecera.

El alcalde de Fuentes, Francisco Martínez, ha declarado que se siente contento con la asistencia de público y con la unidad de acción alcanzada por 21 de los 24 municipios afectados. Martínez cree que la Junta no quiere ponerle solución al problema porque tiene un plan "perfectamente trazado para privatizar la sanidad pública". Sostienen los alcaldes que el deterioro que sufren los servicios sanitarios no es por falta de recursos económicos o de profesionales, sino como consecuencia de una estrategia que empuje a los usuarios a irse a los seguros privados.

Ante esa estrategia, Martínez subraya que "hasta ahora han tenido la impunidad de la falta de movilización popular, pero a partir de ahora se van a dar de frente con las instituciones locales y con los habitantes afectados, que no van a dejar que les priven de un sistema del que se sienten orgullosos". Las movilizaciones volverán después del verano hasta torcerle el brazo a Bonilla "en la calle o en las urnas, que es donde se cambian las cosas", concluye el alcalde.