Puedo, y lo hago, empezar diciendo que en Fuentes una vez más se celebren corridas de toros me parece de  mal gusto. No me vale que sea una tradición. Tradiciones las ha habido que, por aberrantes, se quedaron en el olvido: la quema de brujas, las luchas de gladiadores y de estos con animales llamados salvajes, el crimen por adulterio (femenino se entiende) las cencerradas en la noche de bodas de viudas y viudos. Otras aún vigentes o en vías de extinción, abominamos de ella, son la ablación del clítoris, el lanzamiento de pavos y cabras desde campanarios...

Dicen algunos afinados que el toro de lidia está destinado a morir en la plaza con gloria y que durante su vida goza de privilegios. El toro muere en la plaza sin honor, acorralado, herido, asustado. Escribí sobre esto hace un tiempo. Siendo el toro noble y bravo, según el decir de los afinados, es el torero el triunfador, el aclamado. Al toro solo le queda, si lo ha merecidos según los espectadores, dar una vuelta al ruedo convertido en cadáver, arrastrado por la arena como un despojo. No hay lucha entre iguales. El toro es asediado por picadores, con el miedo y el sufrimiento de caballos y banderilleros, estresado ante un medio, la plaza, desconocido para él. No hay arte donde se crea muerte en vez de vida.

Si no hubiese corridas desaparecería la especie del bravo, argumentan algunos. El toro bravo o de lidia no es una especie, es una creación humana, es una variedad. Solo desaparecen las especies, dicen. De todas maneras, hoy hay más de dos millones de toros bravos en el mundo. Me pregunto qué placer puede producir contemplar cómo se tortura a un animal al que al final se sacrifica en aras de un torero y un negocio. Cuando se vive en un mundo violento, crear violencia para el placer no debe ser un fin muy loable.

Los tiempos cambian y lo que ayer era visto como aceptable si hoy se percibe como injusto debe ser rechazado ¿O acaso no ha ocurrido antes, como decíamos más arriba? He visto que el ayuntamiento subvenciona o apoya (no sé el termino exacto) el llamado espectáculo taurino. Un ayuntamiento de izquierda, verde, progresista y taurino forman un extraño maridaje. No conozco las razones por las que lo hace, pero debería reflexionar sobre su postura ante ciertas cosas que nos despistan a muchas ciudadanas.

No quiero terminar sin recordar a Ramón Lobo, un periodista de los de verdad, su ejemplo de vida y periodismo me ha interesado siempre, su ejemplo hasta en el momento de su muerte, me ha emocionado. Que la tierra le sea leve.