No hay espacio. Sí hay espacio. Nueva Izquierda destierra a los socialistas al salón de la Huerta. Los socialistas ponen el grito en el cielo porque creen que les quieren sacar de la escena. Fuera de escena están los socialistas por su propia trayectoria anterior, dice el alcalde. El líder de la oposición se queja de que no les dejan estar para luego criticarles precisamente eso, que no estén. La crispación se adueña otra vez de los plenos municipales. Tonos desairados, interrupciones, malos modos, miradas incisivas. Mal inicio de un mandato que se prometía sereno y constructivo. Por el equipo de gobierno habla el alcalde, Francisco Martínez. Por el grupo de la oposición, la portavoz Mari Carmen Muñoz Arriola. Chacón ha desperdiciado una ocasión de oro para marcar estilo propio.

El caso es que la mayor parte de los puntos del orden del día ha sido aprobada por unanimidad, excepto la composición del nuevo equipo de gobierno, las asignaciones de salarios y la contratación de Juan Martínez como asesor de Urbanismo y Recursos Humanos. Los salarios, sin polémica: 2.100 euros netos para el alcalde y 1.500 para cada uno de los cinco concejales con dedicación exclusiva. Tampoco había mucho que decir. Precisamente en este punto ha saltado la chispa del reparto de los espacios. No hay despacho para la oposición. Tampoco para el partido que gobierna, aunque éste no lo necesita porque cada delegación tiene despacho propio, además de sala de reuniones y el salón de plenos.

El ayuntamiento ha de destinarse a prestar servicios a los vecinos y vecinas, según el alcalde. No hay espacio para más. La labor de oposición es otro servicio a la ciudadanía, fundamental en una democracia, según el PSOE. Para escuchar la queja de un vecino enfadado, para atender a un proveedor que no cobra o para conocer el malestar entre los funcionarios del propio ayuntamiento. Es lo que reclama el PSOE. Si el alcalde no le da esa oportunidad es porque le molesta que haya quien atienda a los descontentos en el lugar donde confluyen los intereses de todos. "Gobierne para todos, no sólo para los que les han votado a ustedes", le ha reclamado la portavoz del PSOE, Mari Carmen Muñoz Arriola.

Para colmo, al terminar el pleno, los portavoces no pueden llevar a cabo la habitual valoración del pleno ante la cámara de la televisión local. La portavoz del PSOE en este pleno pone el grito en el cielo. "Nos quieren barrer, les molesta nuestra presencia aquí", señala. "A lo mejor es que el PSOE le molesta a usted", le reprocha al alcalde. Los concejales del PSOE se sienten ninguneados, maltratados, porque tienen que sentarse en la escalera cuando acuden al ayuntamiento a entrevistarse con alguien. Eso es faltarle al respeto a sus votantes, argumentan. La oposición siempre tuvo espacio en el ayuntamiento, incluso cuando un partido tuvo un único concejal.

El alcalde rechaza la acusación y dice que desde el despacho de la Huerta se puede hacer oposición igual que en el propio ayuntamiento y que no hay ninguna norma que diga que los grupos tengan que tener espacio propio en el ayuntamiento. Nuevo reproche de inasistencia a los plenos y a las comisiones informativas. Para hacer oposición no hace falta despacho. Si tienen problemas para fiscalizar al gobierno es por falta de voluntad y de trabajo, no de espacio en el ayuntamiento. Bienvenidos a la labor de oposición, ironiza Francisco Martínez. Hasta ahora no han aparecido. Es el mismo reproche de la anterior etapa. El nuevo ayuntamiento no hecho más que arrancar, pero el motor suena con el mismo rugido bronco, desabrido, del viejo.