Mejor que no llegue a funcionar nunca. Mejor que funcione cuanto antes. Así de enfrentadas siguen las posiciones ante el futuro de la planta de biogás proyectada en terrenos de la Mataelvira. No hay término medio. Que no funcione nunca porque traerá malos olores y perjuicios para la salud, según los contrarios a la planta. Que funcione cuanto antes porque así quedará demostrado que ni traerá malos olores ni perjuicios para la salud, según los partidarios. Los primeros se agrupan en torno a la plataforma "Stop Biogás". Los segundos están liderados por el ayuntamiento y por la empresa AGR. Los primeros han protagonizado este viernes su segunda concentración de protesta. Los segundos acaban de concluir el estudio geotécnico del suelo sobre el que se levantará -nadie duda que se levantará- la futura planta de biogás impulsada por AGR.

Esta tarde los gritos contra la planta de biogás se han oído en el ayuntamiento más cerca que nunca. La convocatoria de la concentración frente al consistorio ha partido de la plataforma "Stop Biogás" presidida por el arqueólogo Álvaro Fernández. Bastante público asistente, para una sociedad que hace tiempo dejó de acudir a manifestaciones, sean en defensa de la sanidad pública, contra la guerra o contra la violencia de género.Los organizadores hablan de quinientas personas. En todo caso, está claro que hay mucha gente en contra de la planta. Lo más significativo es que la plataforma ha recogido 1.700 firmas y exige que se les escuche, aunque lo único que prevalece es el cruce de descalificaciones a través de las redes sociales, convertidas en un auténtico vertedero de acusaciones sin fundamento, descabelladas fabulaciones, medias verdades o simples patrañas. Este periódico decidió hace meses dar la espalda a ese lodazal e informar únicamente cuando haya datos nuevos sobre la planta.

En sus intervenciones, los convocantes han repetido argumentos ya conocidos para oponerse a la planta: malos olores, emisión de partículas perjudiciales para la salud, circulación de grandes camiones por zonas urbanas, afección a las aves protegidas, ruido... Lola Flores ha comparado al equipo de gobierno de Fuentes con los troyanos que abrieron las puertas al caballo con el que los griegos consiguieron conquistar la ciudad. "Igual que en Troya, el ayuntamiento hipoteca el futuro de Fuentes con falsas promesas de progreso", ha dicho. Ha agregado que la planta es una trampa disfrazada de prosperidad. El presidente de la plataforma, Álvaro Fernandez, ha enumerado las incongruencias del proyecto y advertido de que "el olor es como el dolor, un síntoma de que algo va mal y aquí lo que va mal es la emisión de gases y partículas que dañan seriamente nuestra salud". La plataforma ha anunciado que dentro de quince o veinte días convocará una manifestación que recorrerá las calles de Fuentes en contra de la planta.

Máquina trabajando en el estudio geotécnico en la Mataelvira

Mientras arrecian las críticas y protestas, el proyecto sigue adelante quemando etapas. En ese sentido, esta semana ha concluido el estudio geotécnico del terreno sobre el que se asentará la plata, requisito imprescindible para llevar a cabo el cálculo de la cimentación. Para este estudio no era preceptivo tener permiso municipal de obras, ha dicho a este periódico Ángel Castellanos, ingeniero de la empresa promotora de la planta. Lo único necesario era el permiso de acceso a la finca por parte del propietario del terreno, al que se ha compensado abonándole la cosecha de garbanzos que tenía sembrados. Ahora hay un compás de espera de un mes hasta que la empresa del estudio geotécnico redacte el informe, a partir del cual habrá que dispone de otros quince días para los cálculos de cimentación.

De lo anterior se deduce que hasta primeros de julio, como mínimo, no hay en el horizonte un posible inicio de obras. Empezarían antes de las vacaciones de verano si llega el informe ambiental integrado definitivo, requisito todavía pendiente de resolución por parte de la Junta de Andalucía. Tiene que llegar y ser positivo. De lo contrario se abriría un nuevo periodo de correcciones y posterior aprobación definitiva. Sólo entonces será cuando el ayuntamiento intervenga para conceder el permiso municipal de obras, cosa que sucederá de inmediato porque tanto la empresa como el consistorio tienen prisa para cortar el desgaste que generan tantos meses de críticas a la planta, unas veces con fundamento y otras no tanto, y protestas como la vivida esta tarde en la plaza de España.

La crispación generada por la construcción de la planta de biogás -con el consiguiente desgaste político y hasta personal- no tiene precedentes en la historia reciente de Fuentes. El malestar ha llegado al insulto personal. No ha habido ni siquiera un intento de sentarse a negociar la creación de una comisión de seguimiento. El actual equipo de gobierno nunca antes se había visto sometido a una situación similar. Y dadas las irreconciliables posiciones de las partes enfrentadas, todo parece estar fiado al inexorable dictamen del tiempo. Será el tiempo el que diga si habrá olores o no los habrá. Las protestas ciudadanas desgastan y ponen extremadamente nervioso al equipo de gobierno municipal, aunque no han logrado el objetivo de hacerlo desistir del proyecto.

Ayuntamiento y empresa tienen prisa para cortar ese desgaste y para que la planta esté en funcionamiento antes de las elecciones municipales, previstas para mayo de 2027. El ingeniero de la planta, Ángel Castellanos, afirma que la empresa trabaja con un calendario que sitúa el inicio de funcionamiento en marzo de 2027, tres meses antes de las elecciones, lo que daría tiempo al equipo de gobierno para enfrentarse a una campaña con argumentos en defensa la instalación si, como afirma, no generara olores. De lo contrario, las consecuencias políticas son imprevisibles en este momento. En política, dos años es una eternidad en la que puede ocurrir cualquier cosa.