Que te parta un rayo es una frase hecha finalista. Andar por un monte público en Almonte y encontrarse físicamente con un gran pino piñonero partido por la mitad causado por un rayo, no es precisamente lo que se esperaba de los coletazos del huracán Danielle en forma de tormenta de estos días pasados. Nuestro monte y secano claman agua a los cielos mientras el regadío no reconoce el verdadero origen del bien insustituible. Compensación es cuestión de justicia terrenal.

Recuerdo inquietudes, ante esa energía tan descomunal de origen natural, iluminando e incluso atronando, de investigación en su posible potencial aprovechamiento. Mapa de descargas por Km2 y año, conocido como isoceráunico, indican frecuencia de caída de rayos, junto a días con actividad eléctrica destacada o de tormentas son indicadores necesarios a evaluar. Pronto en nuestros telediarios en el tiempo.

Truene o relampaguee no es impedimento para el compromiso diario de paseo matinal de Antonio, si bien ya no nombra la tan escasa lluvia, esa tan necesaria para la vida, que se almacena en forma de acuíferos bajo tierra tras siglos de espera para un buen y racional uso.

La apertura de la caja de los truenos, las microgotas en las acículas, la forma aparasolada, siempre se dice en el campo que ante tormenta, nunca debajo de un árbol y siempre dentro de un coche con toma de tierra. "Abrir la caja de los truenos", pues si esa caja hipotética la convirtiéramos en un acumulador no estaría nada mal. Es increíble la energía que no sabemos aprovechar que la naturaleza da gratis y no queremos recogerla.

Centellas, ese rayo globular, también conocido como relámpago esférico, rayo en bola, rayo esférico o esfera luminosa, refiere a un fenómeno eléctrico atmosférico de baja intensidad, fruto de una pequeña descarga eléctrica que se produce entre las nubes. Los rayos Nube-Nube, - van de una nube a otra-, Intra-Nube - dentro de una misma nube entre zonas con distinta carga-, Nube-Aire - descargas eléctricas hacia la estratosfera- y Nube-Tierra - desde una nube hacia el suelo- completan este universo de luz.

Ya se apunta al calentamiento global y contaminación el aumento de descargas eléctricas, alrededor de un 12% por cada grado que incrementa la temperatura global en el aire. Las tormentas son por ello en verano, y si este cada vez es más largo, vayamos acostumbrándonos a las secas, gran chispa sin control que daña redes eléctricas, industrias y viviendas, así como prendiendo nuestros montes, y a cambio ni una gota de agua.