Por la mínima y con las incoherencias arbitrales en la aplicación del reglamento. El Fuentes de voleibol femenino ha cosechado una derrota este sábado en Granada. Pero ha mostrado otra cara, otra actitud, mejor conexión con el partido. Sin pausas, sin paréntesis de ausencias como en partidos anteriores. Una derrota es una derrota, eso no admite paliativos, pero hay derrotas y derrotas.

La de ayer en Granada ha sido de las derrotas que no deprimen el estado de ánimo. El equipo de Fuentes ha jugado cara a cara con el adversario. Es verdad que los puntos se han quedado en la ciudad de la Alhambra, pero también lo es que el juego del Fuentes ha sido bueno de principio a fin. No como en anteriores partidos, caracterizados por pésimos arranques de set y anómalos finales. Los arranques esta vez han sido acordes con lo que se espera de una formación que juega en la primera división.

Los cuatro sets jugados han terminado muy igualados, muestra del buen juego de las fontaniegas. El primero, para las granadinas por 25-21. El segundo, para las fontaniegas por 21-25. El tercero, parra las granadinas por 25-20. Y el cuarto, para las granadinas por 28-26. Con tres bolas de set a favor y con una peculiar forma de aplicar el reglamento de los pases de dedos para la continuidad del juego, al Fuentes de le escaparon los puntos.

En progresión. Así avanzan las mujeres del equipo fontaniego. Progresan adecuadamente y prometen una segunda vuelta apasionante. Ahora falta pulir los finales de set. Perderle el miedo a ganar, dice Moisés del Hoyo. El vértigo de los finales. Con todo, como dice el entrenador, el ánimo viene bien del viaje a Granada. Saben que no va a ser fácil quedar bien clasificadas en esta segunda fase de la competición, pero también saben que está en la tabla media-baja, en cuarta posición, delante de Fuenlabrada y de Collado Villalba.