En Fuentes de Andalucía, tras las elecciones de febrero de 1936 y el triunfo del Frente Popular, se formó una comisión gestora municipal compuesta por personas pertenecientes a los partidos que formaron el referido frente, hasta tanto se produzcan las elecciones municipales. Esta comisión la constituyen cuatro militantes del Partido Socialista Obrero Español, cuatro del Partido Comunista, cuatro de Izquierda Republicana y tres de Unión Republicana.
El sábado 18 de Julio de 1936 se produjo la sublevación del ejercito de África y Canarias, junto a otros cuarteles de diferentes puntos de España. La población de Fuentes se encontraba en plena celebración de su Velada del Carmen y, al conocerse los rumores de ese hecho, la gente va abandonando el recinto ferial refugiándose en sus casas. Comienza una noche angustiosa en la que algunos de los más destacados dirigentes de la izquierda local se dirigen a la Casa del Pueblo para seguir las pocas noticias que las ondas de radio pudieran enviar, principalmente desde Sevilla.
La Guardia Civil, al mando del brigada Martín Conde, controla la situación y desde el primer momento se vincula al bando sublevado. En la madrugada del día 19 llegan al pueblo nuevos números de la Guardia Civil procedentes de Écija, La Luisiana, Cañada Rosal y La Lantejuela que, unidos a los números que había en el cuartel, fácilmente controlan el pueblo. La mayor parte de sus habitantes era gente pacífica y obrera que toda su vida la había pasado trabajando para otros como jornaleros.
El domingo 19, el alcalde al frente de sus concejales y algunas personas más, aproximadamente unas cien, se reúnen en el ayuntamiento para constituirse en asamblea permanente y defender en la medida de lo posible la legalidad vigente, según las leyes dictadas por la República. Pronto el brigada Martín Conde, junto al cabo Moyano y otros números de la Guardia Civil se presentan ante el ayuntamiento. El alcalde “voluntariamente” les entrega el mismo, obligado por las armas. Casi todos los concejales son detenidos inmediatamente, aunque algunos consiguen huir por los tejados, como Manuel Valladares Barcia, o por la puerta confundido entre la gente, como José Gallego Caro.
El alcalde y los concejales, junto a otras muchas personas, son conducidos a las escuelas públicas, el actual edificio del hogar del pensionista porque en la cárcel no cabía tanta gente. El mismo día 19 a las 20 horas se constituye en el ayuntamiento, bajo la presidencia del brigada Francisco Martín Conde, una gestora compuesta por Luis Conde Herce, Antonio Orta Núñez, Basilio Conde Sarmiento, Francisco Bejarano Fernández y Fernando Lozano. También asisten a sesión el secretario accidental José María Armías Fernández y el interventor José Muñoz López.
El acta transcrita de su constitución dice así: “En la villa de Fuentes de Andalucía, previamente citados por el brigada de la Guardia Civil, comandante de este puesto Francisco Martín Conde, los señores relacionados al margen, bajo su presidencia, se reunieron en la sala de actos de esta casa capitular a las 20 horas del día diecinueve e julio de mil novecientos treinta y seis, habilitándose como secretario para esta reunión el oficial mayor de este ayuntamiento que al margen también se indica.
El dicho brigada, manifestó a los reunidos que, en uso de las amplias facultades que el alto mando militar de la 2ª división orgánica, general Gonzalo Queipo de Llano le tenía conferidas, los había citado y reunido como a personas de la población, consideradas como poseídas del más alto amor patrio y profundamente afectos al salvador movimiento militar ha días iniciado y victoriosamente continuado gracias al heroísmo de nuestro invicto ejército y benemérita Guardia Civil, para encargarles la gestión económico-administrativa de este municipio y a que compartan con la autoridad militar que representa, auxiliándole en este glorioso movimiento salvador de nuestra amada patria, vilmente hollada y pisoteada por los nefandos elementos socialistas y comunistas, en el restablecimiento del orden público.
A cuyo efecto los constituía en comisión gestora de este ayuntamiento, designado presidente de la misma a Luis Conde Herce, facultándolo para que en ulterior reunión se distribuyan los puestos y cargos necesarios al conveniente desarrollo económico- administrativo que se les confía y en reuniones sucesivas se desenvuelvan como gestores de este municipio legítimamente constituido.
Todos los señores reunidos aceptan el cargo de gestor que se les había conferido y en su nombre el presidente elegido, Luis Conde Herce, mostró su profundo agradecimiento y prometieron honrada y formalmente llenar y cumplir sus cometidos en consonancia siempre con las necesidades actuales del municipio, reconociendo, acatando y venerando la autoridad que radica en el alto mando militar de esta 2ª región; quedando en avisar a los señores gestores el día y hora en que nuevamente se habían de reunir para dar comienzo sus arduos trabajos, ya que son muchos los que hay que realizar para encauzar esta marcha administrativa, y ofrece al comandante de este puesto de la Guardia Civil su cooperación decidida y la de los señores gestores a los fines del mantenimiento del orden público.
Al siguiente día, 20 de julio, la comisión gestora se reunió ya bajo la presidencia del alcalde, señalado por la superioridad militar, y acordó por unanimidad que, dadas las actuales circunstancias anormales por las que atravesaba la nación y hasta tanto no se nombrase la comisión con el número de gestores que le correspondía al municipio, intervendría y resolvería en pleno sobre todos los asuntos que afectasen a la gestión económico-administrativa que se le había encomendado, y que, sin señalar días para la celebración de sus sesiones, se constituía en sesión permanente para la resolución de todos los asuntos de sus competencia. Asimismo, nombraron como depositario de los bienes contables del ayuntamiento al gestor Antonio Orta Núñez.
En la sesión del día 30 de julio, la gestora acordó anular el acuerdo tomado por el ayuntamiento anterior el 11 de julio de cambiar los nombres de las calles Cruz, Humildad, General Armero, San Sebastián, Calvario, Aurora, Sagasta y Monjas y retirar los rótulos de las calles con nombre de personalidades socialistas, comunistas y marxistas con que desde el advenimiento de la República habían sido nombradas. En su lugar acuerdan cambiar el nombre de la Avenida Pablo Iglesias por Avenida José Antonio Primo de Rivera y la llamada Galán y García Hernández por Calvo Sotelo (La primera calle es actualmente La Carrera y la segunda, calle Lora del Río).
Un hecho importante para los dirigentes de derechas fue la muerte del brigada Martín Conde, el 10 de agosto, en la toma de Peñaflor, en la que intervino al mando de fuerzas de la Guardia Civil. Este suceso hizo que fuera nombrado como comandante del puesto el cabo Nicolás Moyano Vieco, conocido por las gentes del pueblo como cabo Moyano. Asimismo, que la gestora se reuniera de manera urgente a las 23 horas para acordar el homenaje al brigada Martín Conde. Por la declaraciones que tiene el acta de la sesión en defensa de los valores patrios defendidos por el ejército sublevado y todos los que le sustentaban, conviene reproducir dicho documento tal cual fue redactado:
“Seguidamente el alcalde presidente manifestó que ya presumían los señores gestores el tristísimo motivo que les obligaba a reunirlos con tan precipitada urgencia, y era acordar los homenajes que habían de tributarse al brigada, salvador de nuestro pueblo, comandante de este puesto de la Guardia Civil, Francisco Martín Conde, gloriosamente muerto en Peñaflor en la tarde del día de hoy, dando su heroico pecho a las hordas marxistas, luchando en defensa de la santa y redentora causa que sostiene nuestro invicto ejército en pro del resurgimiento de nuestra abatida y amada España”.
Añade que “habiendo la campanas de nuestro templo parroquial hecho señal de funeral de primera clase, tan pronto llegó el ensangrentado cadáver del brigada que lloramos, se enteró que dicho funeral tendría lugar con toda la solemnidad y pompa que esta parroquial iglesia puede desplegar, a las 10 horas del día de mañana, 11 de los corrientes, verificándose acto seguido el transporte de dicho cadáver al cementerio público de esta villa, con la misma pompa y ostentación del funeral de referencia; actos a que concurrirán las fuerzas de la Guardia Civil destacadas en esta villa y las que con tal fin vinieran de Écija, Falange Española y Guardias Cívicos de esta localidad; y como se hubiera enterado que la parroquia no interesaba derechos por esto actos fúnebres, quedaba esta comisión gestora relevada de tener que dedicar a ello dispendio alguno, pues el féretro y otros gastos serían por cuenta de Falange, concretándose de momento, según su juicio, sin perjuicio de ulteriores acuerdos, acordar lo siguiente:
1º.- Hacer constar en acta el sentimiento profundo causado en esta comisión gestora y en este noble y honrado pueblo la trágica muerte de tan malogrado brigada.
2º.- Asistir oficialmente en el día de mañana la comisión gestora en pleno a los funerales corpore-insepulto y traslado del cadáver al cementerio, presidiendo, en representación del pueblo, el duelo con las demás autoridades que concurran a estos fúnebres actos.
3º.- Declarar al repetido brigada Francisco Martín Conde hijo adoptivo predilecto de esta villa, título harto merecido, sellado con la nobilísima sangre que en defensa de la madre patria y de nuestro honrado pueblo acababa de derramar.
4º.- Rotular una de las principales calles de esta villa, que bien puede ser la que actualmente lleva el nombre de “Sagasta” (actual calle de Las Flores), de poca significación para el vecindario, con el inolvidable nombre de “brigada Martín Conde”
5º.- Que con la premura y urgencia que las circunstancias requieren y a fin de utilizarla en los mencionados funerales que se celebrarán en el día de mañana, se encargue una corona cuyo importe será satisfecho con cargo a este presupuesto municipal.
6º- Que por medio de oficio muestre esta comisión gestora a nuestro párroco el agradecimiento en que le está como también el pueblo a quien representa por el desinterés de la parroquia dispensando sus derechos en los funerales y transporte del cadáver del hombre heroico que tan bien supo velar y salvar a nuestro pueblo de la barbarie marxista”.
El 30 de mayo de 1939, el ayuntamiento concede una beca de 1.500 pesetas anuales a cada uno de sus hijos para que pudieran seguir sus estudios. La decisión de homenajear al brigada Martín Conde rotulando una calle con su nombre tuvo la respuesta del teniente de línea de Marchena por medio de una carta dirigida a la gestora municipal, de fecha de 11 de diciembre, agradeciéndole el gesto en nombre del coronel del tercio y primer jefe de la comandancia.
El primer ayuntamiento democrático anuló el nombre de la calle brigada Martín Conde y la rotuló con su nombre popular de Las Flores. También, a propuesta de la Asociación de la Memoria Histórica Fontaniega, el ayuntamiento anuló el nombramiento de hijo adoptivo predilecto de dicho brigada en junio de 2022.

