La actividad política no pasa precisamente por uno de sus mejores momentos. Pero a pesar de eso, hay al menos 43 fontaniegos y fontaniegas dispuestos a trabajar para los demás. Son los 43 que integran las tres candidaturas presentadas para las próximas elecciones municipales del 28 de mayo. En realidad son 39 (13 por cada formación) más los cuatro suplentes propuestos NIVA. Con ellos, NIVA, PSOE y PP quieren dirigir el futuro ayuntamiento de Fuentes y para ello han confeccionado sus candidaturas. El actual alcalde, Francisco Martínez, encabeza la de NIVA. El candidato por el PSOE es José María Chacón. El del PP es Isidoro Vázquez. Lo primero a expresar es el agradecimiento a todos ellos por la voluntad de trabajar en beneficio del bien común.

Lo segundo a resaltar es que los tres partidos han desaprovechado una buena ocasión para poner a una mujer al frente de sus candidaturas. Nunca una mujer ha tenido la oportunidad de ser alcaldesa de Fuentes. Alguna vez debería ocurrir por salud democrática y porque una mujer puede ser tan buena gestora de lo público como el mejor hombre. Dicho eso, otro dato a destacar en cuanto a igualdad es que la presencia de mujeres en las listas es bastante equilibrada, con mayor presencia en la candidatura de NIVA. La candidatura del actual alcalde está formada por ocho mujeres y cinco hombres. Las otras dos candidaturas, las del PSOE y del PP, cuentan cada una con siete hombres y seis mujeres.

De los 43 incluidos en las tres listas, sólo 13 serán los elegidos. Nadie puede saber ahora quiénes serán ni a qué partidos pertenecerán, pero lo que sí podemos afirmar es que representarán la voluntad del pueblo de Fuentes en su conjunto. Algo fundamental en democracia es que los elegidos gobiernen para todos y no exclusivamente para los suyos. Lo contrario sería una versión perversa de la representación democrática. El alcalde y los doce concejales o concejalas que salgan elegidos deberían tener eso muy presente a lo largo de sus próximos cuatro años de mandato. Otra cosa sería corromper el sistema. Lo mismo cabe demandarle a los ciudadanos, que deben ver a los elegidos como sus representantes legítimos, les hayan votado o no.

En cuanto a la honradez, de entrada al político se le supone. Como al soldado el valor. Después, si alguno de ellos sale rana, la justicia hará su trabajo y las urnas sentenciarán de forma inapelable. Pocos jueces son más implacables que las urnas puestas a nuestra disposición cada cuatro años. En los pueblos, más pronto que tarde, se sabe todo. Lo bueno para bien y lo malo también. La corrupción económica y el nepotismo (la designación de parientes o amigos para las concesiones o empleos públicos) han sido siempre las principales plagas que destruyen la actividad política.

Por último, destaca la escasa diversidad de la oferta política. Sota, caballo y rey. De ellos, tradicionalmente sólo dos aspiran realmente a obtener suficiente respaldo para formar el gobierno local en Fuentes. Pero eso no es un defecto atribuible a los partidos políticos, sino a la sociedad fontaniega, que demuestra su poco apego a la actividad política. No hay más partidos porque la gente no los alimenta. Desde la instauración de la democracia no hay en Fuentes más que dos partidos con opciones reales de gobernar. En ese sentido, Fuentes muestra una tendencia esencialmente apática y conservadora.

Todo lo anterior no quita que los fontaniegos y fontaniegas puedan y deban sentirse orgullosos de que 43 de sus vecinos y vecinas estén dispuestos a dedicar su tiempo a trabajar para mejorar su pueblo. Al contrario de lo que muchos creen, en general, la política es una actividad sacrificada, que exige muchas horas de callada dedicación, que suele generar pocas gratificaciones y sí muchas críticas. Son pocos los que acuden a la política para su provecho personal, aunque son ellos los que desacreditan esta noble labor. Pese a estar tan denostada, la política es tan necesaria para el funcionamiento de nuestra comunidad como para nuestro cuerpo lo es el aire que respiramos.