En 1980 llegué a Sevilla. En 1982, trabajando en Radio Sevilla de la cadena SER, fui a grabar una misa en una iglesia, el convento “Madre de Dios” de la calle San José, en la que el cura introducía rogativas para que lloviera y se acabara con la sequía que veníamos padeciendo. Ahora leo que la archidiócesis de Sevilla ha enviado una circular animando a los sacerdotes que pidan en las misas la llegada de la lluvia y a las monjas contemplativas que recen para que llegue la lluvia.

¡Recuerdas aquella frase que repetían los expertos y reproducían los medios de comunicación: “la pertinaz sequía que padecemos”. Desde 1961, España ha sufrido siete episodios fuertes de sequía. Tan sólo en siete ocasiones precedentes los pantanos han estado más bajos de nivel que en la actualidad, con periodos de sequía de hasta seis años. Hubo sequía de 1975 a 1976; otra de 1987 a 1988; una tercera de 2000 a 2001, y la última ocurrida entre 2017 y 2018.

Las otras tres sequías más severas duraron varios años. La ocurrida entre 1982 y 1984, con restricciones para el consumo. La peor fue la de 1991 a 1997, casi 6 años con restricciones para el consumo y fuertes repercusiones económicas. Otra sequía importante fue la sufrida entre 2005 y 2009. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) avanza que esta primavera va a ser menos lluviosa de lo habitual y con temperaturas más altas.

La AEMET señala que podemos estar ante la octava sequía de los últimos decenios en España. Una de las cuencas más afectadas es la del Guadalquivir, que se halla tan sólo al 28,5% de su capacidad total, cuando la media de los últimos 10 años fue del 61,8%. La del Segura está al 34,4%. La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, señaló en la comisión parlamentaria que “desde finales de 2018 estamos haciendo frente a una de las sequías más importantes de los últimos tiempos”. La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir tiene elaborado el decreto de sequía que tendrá que ser aprobado en breve por el consejo de ministros.

El decreto contempla exenciones en los cánones y tarifas, obras de emergencia y mayores sanciones y controles para las tomas ilegales de agua. Feragua pide que se condonen íntegramente los cánones y tarifas de 2021 y 2022. UPA pide un reparto más justo del agua y el nuevo Plan Hidrológico del Guadalquivir, que contará con 177 millones de euros de inversión. Por su parte, COAG ha pedido a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) que aclare si la dotación de 1.000 m3 /ha será igual para todos o dependerá del cultivo.

En el tema de las tomas ilegales de agua, que contempla el decreto, volvemos a recordar lo irresponsable e insensato de la proposición de ley presentada y aprobada en el Parlamento andaluz por parte de PP, Cs y Vox, que contó inexplicablemente con la abstención del grupo socialista, y que sorprendió a sus parlamentarios, pues la decisión de abstenerse se supo a última hora. Ante esta propuesta legislativa, carente de sentido, la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha declarado que “llegará hasta donde haga falta para frenar la inmensa ilegalidad de la propuesta legislativa del PP, Cs y Vox, a quienes acusó de utilizar la falsedad y la mentira para destrozar el parque nacional de Doñana”.

La ministra ha calificado de “inadmisible e indignante” la proposición de ley y anunció que el Gobierno la recurrirá ante el Tribunal Constitucional pidiendo su suspensión. Teresa Ribera ha recordado el trabajo realizado por los técnicos del ministerio para sellar 141 pozos ilegales en la corona norte del parque. En los últimos años se han abierto 573 expedientes sancionadores por extracción ilegal de agua. El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Joaquín Páez, se opone a la regularización de las 1.461 hectáreas de regadío contempladas en la proposición de ley, señalando que “es como poner en el disparadero internacional, europeo y nacional a Doñana. Es una temeridad y supone tirar por la borda el buen trabajo”.

Recordemos que en 2014, tras siete años de estudios y la denuncia de Bruselas a España, la Junta consensuó un plan fijando en 9.340 las hectáreas de regadío en el entorno de Doñana, dejando fuera las 1.461 hectáreas que ahora han propuesto los partidos conservadores y ultraconservadores y que supondría la toma de agua superficial o subterránea para producir frutos rojos en los términos de Almonte, Bonares, Lucena del Puerto, Moguer y Rociana del Condado.

El consejo de participación de Doñana ha mostrado su estupor por esta medida legislativa, cuando costó tanto aprobar el plan consensuado de 2014. La UNESCO amenaza de nuevo a España con retirar el título de Patrimonio Mundial de la Humanidad concedido a Doñana. El Tribunal de Justicia europeo, que ya condenó a España por no proteger los humedales y permitir la extensión de los invernaderos ilegales, vuelve a advertir a nuestro país sobre la necesidad de preservar sosteniblemente el agua de los acuíferos.

Nuestros competidores en producción de frutos rojos se frotan las manos ante este tipo de ilegalidades irresponsables, que producen un efecto rechazo en el consumidor europeo que valora las fresas, las frambuesas, las moras y los arándanos que llegan a sus mercados procedentes de Andalucía y del entorno de una joya medioambiental europea como es Doñana. Pero eso, al parecer, no entra en las valoraciones de los partidos que proponen medidas legislativas para contentar a unos cientos de agricultores sin tener en cuenta el perjuicio que se puede hacer a nuestra economía y a la supervivencia de decenas de miles de familias del entorno de Doñana que sí respetan las normas europeas y nacionales para seguir produciendo productos de calidad y que se benefician de la marca Doñana.

Ante la situación de sequía, la CHG baraja una dotación mínima de agua para el sistema de regulación general, en torno a unos 1.000 m3/ha, para la próxima campaña, lo que supone una dotación seis veces menor que en un año normal. En el peor escenario de sequía se garantizará una dotación mínima de 450 hm3, menos de la mitad (925 hm3), de la anterior campaña. Fuentes de la CHG señalan que si no llueve con intensidad en los próximos días, y eso parece improbable, nos hallamos ante los meses de enero y febrero más secos desde 1980.

Como hemos visto, los periodos de sequía son cíclicos y suceden a periodos lluviosos. Esperemos que esta sequía que ahora padecemos dé paso en otoño a un régimen de lluvias más generoso que deje atrás este periodo seco preocupante. Sin agua no hay vida. Y si despilfarramos la escasa que tenemos o hacemos propuestas insensatas de disponer de más agua de la que hay, además de estar mintiendo a los agricultores con proyectos irrealizables, los proponentes demuestran su escaso apego por el mundo de Doñana, un paraíso rico en biodiversidad, amenazado por la sequía, y por la codicia de algunos hombres irresponsables.