Tranquilidad y dolor son los dos sentimientos que embargan a esta hora a los integrantes de la comunidad marroquí que vive en Fuentes. Tranquilidad después haber comprobado que el devastador terremoto ocurrido esta madrugada en Marruecos no ha afectado a familiares directos. Y dolor por la enorme cantidad de víctimas mortales, 820 hasta ahora, y cientos de heridos, muchos de ellos graves. Son cifras provisionales que probablemente irán en ascenso conforme avancen los trabajos de rescate.

El terremoto, de magnitud 7, ha sido sentido en varias zonas de Andalucía, aunque sin causar daños. Ha provocado el derrumbe de edificios en Marraquech, Tarudant, Chichaua, Uarzazat y Al Hauz. En Fuentes viven unas quince familias marroquíes, casi todas procedentes de las zonas de Settat y Beni Mellal, al norte y noreste de donde se ha localizado el epicentro del seísmo. (Ver mapa). Puestos en contacto con sus familiares en esas regiones, ninguno habría sufrido daños como consecuencia del terremoto. "Lo han sentido, pero que sepamos todos están bien", señalan varios marroquíes consultados.