Mañana fresca para la procesión del Corpus. Carrera engalanada y poblada, un año más. Niños y niñas de primera comunión abriendo el paso. Altaritos y colgaduras en los balcones, el suelo cubierto de juncia que algunos recogen tras el paso de la procesión para trenzarlo. La fuerza de la tradición, la fuerza de las creencias. Día doblemente solemne, cita con las urnas y con el Corpus.