Esto no ha hecho más que empezar. Habrá más manifestaciones si continúan los ataques a la sanidad pública. El motivo, que el pueblo considera la asistencia médica como un derecho básico, intocable. Así se ha puesto de manifiesto esta mañana en la marcha convocada por la Asociación de Consumidores y Usuarios (ACU) de Fuentes, con inicio en el paseíto de la Plancha y concluido frente al centro de salud. La asistencia, unas doscientas personas, ha sorprendido gratamente a los convocantes. No es habitual en estos tiempos que tanta gente acuda a una manifestación. Entre los asistentes, además de los dirigentes de la asociación, dos de los tres candidatos a la alcaldía, Francisco Martínez (NIVA) y José María Chacón (PSOE).

Habrá nuevas acciones, ha dicho José Manuel Mateos al finalizar el acto. La recién creada ACU ha decido sumarse a las movilizaciones en defensa de la sanidad pública que se están realizando en muchos pueblos y ciudades de Andalucía. Por eso hace dos semanas acudió, junto con un centenar de fontaniegos y fontaniegas, a la marcha convocada en Osuna. Porque, como ha dicho José Manuel Mateos, con la salud no se comercia. "La salud es la columna vertebral del bienestar social", en palabras del representante de la ACU. Una columna en peligro por la política desarrollada por el gobierno, empeñado en echar a los usuarios en brazos de las aseguradoras privadas.

Y eso que la atención sanitaria que presta el centro de salud de Fuentes no es de las peores del área sanitaria. Al contrario de lo que sucede en otros municipios de la zona, Fuentes sigue teniendo casi los mismos profesionales que antes de iniciarse el desmantelamiento del sistema con sucesivos recortes de personal. La única merma ha sido tener que compartir la pediatra con La Luisiana. En Fuentes está dos días de la semana y en La Luisiana tres. La demora en atención primaria es de apenas dos o tres días, una semana a lo sumo. El centro de salud tiene capacidad para 22 citas presenciales diarias y 15 telefónicas. A partir del lunes, las citas presenciales subirán a 26 y las telefónicas bajarán a 7.

Pero eso ocurre sólo en atención primaria. Para acceder a los especialistas, en cambio, hay que sortear una barrera de demoras que acaban desesperando a los pacientes y empujando a algunos a la privada. Los que pueden, claro. Los que no tienen se ven obligados a esperar dos, tres, cuatro o cinco meses. O sencillamente no les dan cita hasta que se abre de nuevo el calendario. Para oftalmología hay lista de espera de cuatro meses, para rehabilitación, dos meses, para cirugía, medio y medio. Para aparato digestivo, sencillamente no hay posibilidad de obtener cita. La única excepción es otorrinolaringología, que no tiene demora. La atención especializada es más costosa y, por tanto, más golosa para las aseguradoras. De ahí su mayor degradación en el sistema público.

Un efecto perverso de este proceso de descapitalización de la sanidad pública es que una parte de los usuarios han asumido las demoras como un mal inevitable. Casi nadie reclama. Incluso cuando se les informa de que la Junta de Andalucía tiene la obligación legal de atender a los pacientes antes de dos meses. "Habrá que esperar, qué le vamos a hacer..." es la actitud más común entre los pacientes que se ven obligados a esperar cuatro, cinco o seis meses. "Si nadie reclama es que no estamos tan mal", dicen en el centro de salud. En los pueblos falta cultura de exigencia y sobra conformismo, sostienen los dirigentes de la ACU.

Eso es lo que se han empezado a romper en Fuentes con las movilizaciones en defensa de la sanidad pública. Habrá más protestas si siguen el deterioro y el desmantelamiento de los servicios públicos. Porque la salud es un derecho básico, importantísimo especialmente para las personas mayores y los niños, ha recalcado José Manuel Mateos esta mañana frente al centro de salud de Fuentes. Habrá nuevas movilizaciones, Fuentes no se rinde.