No es un buen día para hacer una crónica sobre la hazaña que cada año realiza Ezequiel Ruano Caballero. Porque este año problemas con la rodilla le impiden hacer las 24 horas corriendo. Ezequiel es una especia de extraterrestre por este hecho que ha venido realizando año tras año. Hoy no puede correr, pero lleva a cabo ocho horas de marcha, de caminata. Hoy cada hora sale del sitio de siempre, paseo de San Fernando, para hacer un recorrido de una hora aproximadamente, acompañado de las personas que voluntariamente y después de aportar un donativo simbólico, recorren unos 5 Km una y otra vez, incansable, animoso y con ganas.
Este año, una vez más, Caixabank patrocina el evento aportando 2500 euros para la asociación contra el cáncer. Fontaniegos y fontaniegas responden a la llamada de Ezequiel y de la Asociación Contra el Cáncer. No es un buen día para hablar de la hazaña de Ezequiel, sino de la lacra de una enfermedad cruel que ayer se llevó a una de las escritoras más querida y admirada, una mujer fuerte, luchadora, que supo escribir novelas maravillosas sobre los perdedores y perdedoras, de los olvidados. Almudena Grandes creó unos personajes entrañables a los que se termina amando. Dio a conocer a personas admirable como el doctor Norman Bethune que documentó para la historia la masacre de la Desbandá.
Desde la edades de Lulú hasta La madre de Franqueasteis, Almudena Grandes ha ido regalando el placer de leer y de conocer parte de la historia. Parece mentira
que ya hoy no este aquí. El cáncer, esa enfermedad que se va llevando a las personas muy válidas en todos los sentidos, a veces en silencio y en medio de sufrimientos, hoy ha tenido, tiene, enfrente a Ezequiel, héroe que año tras año pone su gran grano de arena para luchar contra él. Gracias Ezequiel por tu esfuerzo, gracias Almudena por dejarnos tu mundo, tu escritura, que nos reconcilia con el mundo un poco más.