Tres semanas, tres. Vente días mal contados y a la calle con los pasos otra vez. Semana Santa con más hambre de procesiones que nunca. Dos años de abstinencia tienen a los cofrades sumidos en la ansiedad. Y a los músicos deseosos de echar sus sones a los cuatro vientos. Semana Santa de 2022. Aire de incienso, suelos cargados de humedad y sobre los tejados, nubarrones. Que llueva, que no llueva. Que llueva ahora. Veinte días de chaparrones y que escampe desde el domingo de ramos hasta el domingo de resurrección. Ganas de procesión con pronóstico de posibles lluvias. Volverá el dilema de si salir o no salir. Lloverá, no lloverá. Ganas de ver los pasos en las calles. Y ganas de lluvia. A ver qué hace.