"¡La sanidad pública no se vende, se defiende!" Ese grito de resistencia salido de la garganta de unas 25.000 personas ha hecho retumbar esta tarde los muros del palacio de San Telmo, sede de la Junta de Andalucía en Sevilla. Desde Fuentes se han desplazado unos 60 vecinos a bordo de un autobús. En las ocho capitales de Andalucía, alrededor de 75.000 manifestantes han hecho oír su protesta por el deterioro que sufre la sanidad pública y exigido al gobierno de Juanma Moreno que cambie de política con respecto a los servicios sanitarios.

El éxito de la convocatoria ha sorprendido incluso a los convocantes, CC.OO. UGT y numerosos colectivos ciudadanos. Especialmente numerosas han sido las manifestaciones de Sevilla (25.000) y Málaga (20.000). En todas las marchas, los organizadores han mostrado la firme voluntad de resistencia frente a las políticas de recortes que están deteriorando la sanidad de manera alarmante. "La sanidad andaluza está en estado de emergencia", han dicho los sindicatos en la manifestación de Sevilla. De emergencia porque el gobierno andaluz es el que menos dinero destina a sanidad por habitantes. Cataluña y País Vasco triplican a Andalucía en gasto sanitario por habitante.

En estado de emergencia, según las organizaciones convocantes de las manifestaciones, porque hay 720.000 andaluces en lista de espera, mientras el gobierno de Juanma Moreno presume de tener un superávit de 2.600 millones de euros. En estado de emergencia porque la atención primaria de salud está al borde del colapso, con colas en los centros de salud y diagnósticos tardíos para enfermedades graves. En estado de emergencia porque se está fraguando la privatización de "la mayor herramienta de igualdad y equidad que tiene Andalucía", según el manifiesto leído al finalizar la marcha por el actor Antonio Dechent.

En estado de emergencia porque "los ricos tienen dinero para acudir al mercado de la salud cuando enferman, pero no los trabajadores", ha dicho Nuria López, secretaria general de CC.OO. de Andalucía. La dirigente sindical ha añadido que "la Junta presume de destinar más dinero que nunca a la sanidad, pero los servicios están peor que nunca. Así que una de dos, o eso es mentira o el PP es muy mal gestor del dinero público porque la sanidad nunca ha estado peor que ahora". Los manifestantes han coreado "menos propaganda y más recursos". La secretaria general de UGT, Carmen Castilla, ha hablado de crear un "frente de resistencia" para oponerse a la progresiva privatización de los servicios públicos de salud.

Por su parte, el alcalde de Fuentes, Francisco Martínez, ha asegurado a este periódico que la situación sanitaria es grave, aunque la mayoría de la población no es consciente de lo que está en juego en este momento. "Se trata de un deterioro muy grave de los servicios públicos que abre la puerta a la privatización si la ciudadanía no responde de forma contundente", ha dicho. Para el alcalde de Fuentes, la manifestación ha sido un éxito. No se veía desde antes de la pandemia una manifestación tan nutrida. Esto pone de manifiesto que cada día hay más personas conscientes de la gravedad de la situación.

Pero hay que seguir sumando y, en este sentido, el alcalde llama a participar, el próximo 12 de marzo, a la concentración convocada frente al hospital de Osuna, centro sanitario que sufre la peor situación desde su creación. El hospital de referencia para Fuentes está sometido a graves recortes y a una gestión que pone en peligro la asistencia de salud mental y de traumatología, asegura Francisco Martínez. También hay mucha incertidumbre por las consecuencias que puede tener el proceso de fusión entre los hospitales de Écija y Osuna, por lo que llama a estar alerta.