El poeta Pablo Neruda escribió que los años que vivió en Valparaíso fueron "una especie de desenfrenado marinero, infinitamente literario, revelador de pequeñas y decisivas maravillas de la vida corriente. Él (Rojas Giménez) me mostró Valparaíso y, aunque su visión era como si nuestro puerto extraordinario estuviera dentro de una botella encantadora, él descubría los colores, los objetos y hacía de todo algo irresistiblemente novelero". Del Valparaíso de Neruda llegó a Fuentes Ruth Fuenzalida, administradora de la empresa Artesanía Ruth y dice que vino de "un país con una gran variedad de paisajes, angosto y alargado de Sudamérica llamado Chile". Patria de Neruda y Salvador Allende, de Gabriela Mistral, de Víctor Jara, de Violeta Parra...

Pregunta.- ¿Qué impresión te causó el pueblo cuando llegaste?

Respuesta.- La llegada aquí fue muy cálida y acogedora en general, por todas las personas que me encontré y conocí al llegar, quedando la sensación de no sentirte extranjera en la que sería mi nueva tierra. El pueblo lo fui conociendo poquito a poco, me llamó la atención las casas todas blancas. En Valparaíso las hay de toda la gama de colores. Las grandes extensiones de tierras cultivables, las plantaciones de girasoles que no había visto, la luz de la tierra, los amaneceres y atardeceres, la tierra llana, la algarabía de las personas (hablar todos al mismo tiempo) las expresiones tan suyas, la rapidez de su habla, el sonido encantador del idioma. Son algunas de las cosas que me cautivaron positivamente del pueblo y de sus gentes.

P.- ¿Viniste por amor o por trabajo?

R.- ¡Me trajo la fuerza del amor! Enamoradísima y recién casada vine con la gran ilusión de comenzar una nueva vida con alguien muy especial que es mi marido . Y son ya treinta y ocho años vividos aquí, donde me encuentro como en mi casa. Así que vine de la mano del amor, encontré una nueva, cálida y amorosa familia. Uno de los trabajos de mi marido, que ya iba encaminado, lo adopté como mío y creí en él. Comenzamos nuestra andadura como pareja con dedicación, fuerza y autonomía. Ilusionados, codo con codo, como suele decirse, fuimos forjándonos un porvenir. Con  los años fuimos sumando manos amigas que creyeron en nuestros proyectos y empezaron a caminar a nuestro lado con tesón, esfuerzo y ganas de salir adelante. Gente joven, comprometida y trabajadora, nuestros queridos trabajadores y trabajadoras. Después de todos los baches superados juntos, a cada uno de ellos lo hemos visto construir sus vidas, levantar sus casas, tener hijos y una vida digna. Siempre agradecidos a ellos y a todos nuestros representantes, luchadores natos, implicados y decididos por llevar una parte nuestra a todos los rincones. Continuamos caminando juntos.

P.- Detrás de un gran hombre ¿siempre hay una gran mujer?

R.- Suelen decir esto, pero esta afirmación no es equitativa. Independientemente de que sea hombre o mujer, toda persona como sujeto tiene su valía. No detrás de.

P.- ¿Son tratadas las mujeres aquí igual que allí?

R.- Las mujeres aquí, en mi país y en el mundo, siguen luchando por que les den su lugar, en igualdad de oportunidades, condiciones y forma de trato. Todo con los mismos derechos y obligaciones, sin más .

P.- ¿Qué echas de menos de tu país?

R.- De mi país se echa de menos compartir tiempo presencial con la familia. Mis amigas de toda la vida. Quizás de vez en cuando alguna comida típica de allí, sabores, olores, paisajes. La vivencia allí y aquí no ha supuesto un cambio como tal, más bien una etapa nueva. En cualquier lugar del mundo encontrarás vivencias de todo tipo, alentadoras para motivar, conciliadoras para unir, problemáticas por resolver, sabores y sinsabores del diario vivir. Nunca sabes lo que encontrarás en tu camino de vida, así que simplemente se vive, que ya es mucho.

P.- ¿Qué diferencia de calidad tienes aquí?

R.- En mi país lo vivido como experiencia personal y gracias a mis padres, por su amor, entrega y dedicación, nuestra calidad de vida, tomando como referencia aspectos de salud, material y social, mi entorno ha sido bueno y satisfactorio en general, así que agradecida por la vida que me ha tocado vivir.

P. – ¿Hay racismo aquí?
R.- Creo que no. En Fuentes sé que hay familias de muchas nacionalidades y han sido bien acogidas y aceptadas como una más del pueblo