Cuando hablamos de Educación, nos referimos a algo que va más allá de la adquisición de conocimientos. Hablamos de un espacio de oportunidad para que las personas puedan mostrar lo que siempre han tenido y siempre tendrán. Un camino para desarrollarse y evolucionar como personas. Pues, como dijo el psicólogo Mario Alonso Puig, “con la educación puedes cambiar una vida”. En la educación tenemos varios objetivos. Sin embargo, existen tres objetivos clave del sistema educativo: la formación para el trabajo, la formación de la identidad cultural y la formación del ámbito estrictamente personal.

En mi opinión, como futura pedagoga, el objetivo esencial y del cual se desprenden los demás es la formación del ámbito estrictamente personal. La enseñanza debe ser distinta a la de hace 50 años puesto que no te enseñaban a ser creativo, sino a trabajar; lo que hace que la educación actual reprima la motivación de aprender. En la actualidad podemos resumir que lo más complicado de la educación es mantener la atención del alumno y que se interese por las materias. Esto ocurre porque los alumnos no tienen ningún objetivo y no saben por qué deben tener esos conocimientos.

El conocimiento de uno mismo y de nuestros propios objetivos a futuro hará que se tenga más claro las asignaturas por las que se interesa el alumno, de forma que intensifica su atención y su conocimiento en la materia. La educación debe empezar por enseñarles a descubrir lo que les gusta, en lugar de aprender lo que ocurre fuera de sí mismos, motivarlos con lo que les apasiona y, a partir de ahí, descubrir su talento oculto. La cultura social evoluciona y ello conlleva que la educación ayude a que el alumno se convierta en su mejor versión.

De esta forma, el alumno podrá formar su identidad cultural sabiendo cuál quiere que sea su círculo social y cuáles serán sus ideas culturales acerca del mundo. Por último, a través de una formación cultural y de autoconocimiento el alumno podrá formarse para el trabajo. Podemos entenderlo como una cadena en la que el alumno primero se conoce a sí mismo y sabe cuáles son su talento, motivación y objetivos, con ello tendrá un ámbito cultural personal, lo que le llevará a elegir de manera correcta cuál es su trabajo soñado y a qué dedicarse basándose en sus intereses, talentos e ideas personales aprendidas.