El vértigo de la altura impone su ley al vértigo del abismo. Acostumbradas a ganar, este sábado las de Fuentes han sacado un contundente 0-3 en Almendralejo, equipo agarrotado sobre la pista por la imperiosa necesidad de puntuar para eludir el puesto de descenso. Las de Fuentes han llevado la batuta de la murga en los tres sets, ganados por 16-25, 18-25 y 19-25. El equipo fontaniego funciona como la maquinaria de un reloj desde mediados de enero, a la vuelta de las vacaciones de Navidad y eso lo ha catapultado al liderazgo.

Desde entonces, el Fuentes de voleibol femenino ha hecho de la victoria su rutina de cada sábado. En casa y fuera. Sin compasión. La eficacia en el ataque por el centro ha impuesto esta tarde su norma y, detrás, la defensa no ha dado opciones a las rivales. El Almendralejo tiene excelentes jugadoras, pero el equipo renquea, tal vez por el nerviosismo que provoca el miedo a caer en el undécimo puesto de la clasificación, casilla que manda directamente al pozo del descenso. Ahora, el equipo extremeño ocupa el décimo puesto.

Si al rival le ha fallado el engranaje que hace funcionar a un equipo, más allá de la brillantez de las individualidades, y el vértigo del abismo, al Fuentes le ha salvado el ajuste de las piezas y las ganas de mantener el liderazgo de la competición. Fuentes ha fallado pocos saques, el lastre que frenó al equipo en la primera fase de la liga. En Navidad, el entrenador Moisés de Hoyo trabajó duro en la preparación física de las deportistas y en los saques. Prometió a cambio que en enero "veremos voleibol de verdad". Así ha sido. Presión, sí. Mucha, pero no es lo mismo la presión para seguir arriba que para salir de abajo.

La semana que viene, Fuentes se medirá con el Fuenlabrada, equipo que ocupa la cuarta posición de la Liga. Será en Fuentes, el sábado. Otra vez asomadas a la rutina de jugar bien, puntuar y liderar. Le siguen el AVG de Almería, segundo clasificado, con dos puntos menos que Fuentes, y el Sanse (San Sebastián de los Reyes), tercero, a una distancia de 11 puntos. A estas alturas, la liga parece cosa de dos.