Cuando en una competición un equipo no se juega nada suele ocurrir que ya no juegue a nada. Es lo que ha hecho este sábado el Fuentes de voleibol femenino. Último partido de la segunda temporada en primera división, última victoria y han sido 15 de los 22 encuentros disputados. Siete derrotas, un balance exitoso y una posición privilegiada en la tabla de clasificación. Cuarto, a falta del partido que este domingo disputarán el el Guía de Gran Canaria y el Albolote de Granada. Si gana el Guía, Fuentes mantiene la cuarta posición. Si gana el Albolote, Fuentes pasa ocupar el quinto puesto. En cualquiera de los dos supuestos, balance de éxito para un equipo que lleva apenas dos temporadas en primera.

Lo anterior no quita que el juego mostrado por el equipo fontaniego este sábado haya sido bastante peor de lo acostumbrado. Buen resultado, mal juego. Bien está lo que bien acaba, habría que decir siguiendo el refranero popular. Simplemente, el equipo no ha estado en la cancha, especialmente en el segundo set. Menuda torrija han sufrido las muchachas. Durante todo el partido, excepto en los compases finales. De forma sorprendente en el fatídico segundo set, cuando las almerienses han llegado a acumular una ventaja de 9-20. Ausentes, desaparecidas, extraviadas. Después se han repuesto y remontado hasta terminar con un 23-25, pero la sensación de desconcierto se ha extendido a los siguientes sets.

¿Víspera de vacaciones? ¿Exceso de relajación ante un rival que ocupa la penúltima posición en la tabla? Rival que, al contrario que las fontaniegas ha resultado peleón, correoso y merecedor de mejor ventura. Bien posicionado y que ha dejado en manos de las locales todo el muestrario de los errores que es posible cometer en la cancha. El entrenador Moisés de Hoyo ha resumido en una palabra la actuación de sus jugadoras: atascadas. Atrapadas por la musaraña. El partido que debía servir para afianzar, para envalentonarse, ha resultado fallido. En aciertos de juego, Fuentes ha ido de menos a más, como suele.

El tercer set ha sido más igualado, pero sembrado de errores y de suerte, que han dado la victoria de Fuentes por 25-21. Y el cuarto para la reconciliación, con una ventaja de 8 puntos para Fuentes, 25-17. Una victoria agridulce sobre la que será mejor pasar página cuanto antes. Bien está lo que bien acaba, otra vez. Ahora a por las otras torrijas, las de verdad, y a esperar que el Albolote no gane al Guía, lo que mantendría a Fuentes en la cuarta posición y la remota posibilidad de jugar la fase de ascenso a la Súperliga 2 en el caso de que alguno de los mejor situados renunciara, cosa que no es rara en esta competición.

Antes del partido, este sábado ha habido un pequeño homenaje a los pioneros del voleibol fontaniego. Una quincena de "viejas glorias" de este deporte y antiguos profesores del colegio Santo Tomás de Aquino que, allá por los años ochenta, pusieron los primeros ladrillos del edificio del voleibol. Ramón López, Antonio Luque, Antonio Siria, Francisco Flores, Jesús Cerro y Francisco García, entre otros. Más deporte lúdico que competitivo. Menos formal. Otros tiempos, otros resultados. La misma pasión.