"Las listas de espera desesperan", reza una de las consignas de esta mañana de sábado en las calles del centro de Sevilla. "No quiero un seguro médico, quiero un médico seguro", muestra el cartel de un manifestante en silla de ruedas. Listas de espera y seguros médicos son dos de los males que mejor simbolizan la situación que vive hoy la sanidad pública andaluza. Listas de espera, falta de profesionales, trato deshumanizado, cierre de servicios, errores médicos provocados por la escasez de medios... Convocados por la. coordinadora de Mareas Blancas de Andalucía y los sindicatos, contra todos esos males han salido a las calles miles de personas en las ocho capitales de provincia andaluzas.

Un grupo de fontaniegos y fontaniegas ha acudido a la manifestación de Sevilla. En demanda de mejores servicios sanitarios y en solidaridad con lo que está pasando en la Sierra Sur, donde muchos pueblos han visto reducida drásticamente la atención médica. Muchos pueblos afectados por los recortes en la sanidad pública han fletado autobuses para facilitar la participación.

Fuentes es una isla relativamente bien equipada en cuanto a la atención primaria, aunque sufre como toda Andalucía enormes retrasos en asistencia especializada. En la manifestación de este medio día en Sevilla han destacado las banderas de Andalucía y pancartas portadas por vecinos de muchos pueblos de la provincia, pañuelos con el lema "sanidad 100% pública", así como banderas de CCOO, UTG y SAT.

"Salvemos la atención primaria", proclama la pancarta del área sanitaria de Osuna, a la que pertenece Fuentes. "No a los recortes", dice la pancarta de la Marea Blanca. Así discurre la marcha, entre la calle José Laguillo, junto a Santa Justa, y la plaza de las Setas. Ni un paso atrás, sanidad pública gratuita y universal. Alrededor de 20.000 manifestantes en Sevilla, según los organizadores.

Al final del acto se ha leído un manifiesto de la coordinadora de las Mareas Blancas de Andalucía que concluye diciendo que la población va a sufrir una grave "disminución de la esperanza de vida libre de discapacidad y de la mortalidad evitable en Andalucía. Por tanto, estamos hablando de calidad de vida y de la duración de vidas humanas" que se produce como consecuencia de los recortes de la inversiones públicas en el sistema sanitario con la única intención de desviar pacientes al negocio de las aseguradoras privadas.

Manifiesto de las Mareas Blancas de Andalucía:

La situación de la Sanidad Pública andaluza no cesa de empeorar. Tras la década 2011-2021 marcada por los masivos recortes presupuestarios debidos a la política de austeridad (20.000 millones de euros recortados a la Sanidad Pública andaluza) nuestros recursos sanitarios quedaron claramente mermados. La deficiencia de los mismos quedó de manifiesto con la pandemia COVID (2020-2021), que casi desbordó nuestro sistema sanitario y que solo pudo solventarse gracias al tesón de los profesionales, presupuestos especiales nacionales y mediante la desatención temporal a gran parte del resto de otras patologías.

Actualmente, tras una relativa recuperación de la crisis financiera y del fin de la pandemia, la situación de nuestra sanidad ha seguido empeorando: ahora mismo, la demora media para consulta clínica en atención primaria está en más de 7 días, la labor preventiva y comunitaria de los centros de salud está desapareciendo, unos hechos que son aún peores en las zonas rurales; las listas de espera para pruebas complementarias, consultas con otros especialistas y cirugía alcanzan niveles nunca vistos; en definitiva retrasos en el diagnóstico de las enfermedades y en el tratamiento a los enfermos. El enojo y malestar de la ciudadanía y de los profesionales sanitarios maltratados y precarizados son evidentes y están dando lugar a movilizaciones continuas y a que se consoliden Mareas Blancas y plataformas de defensa de la sanidad pública en cada rincón de Andalucía.

Pero ¿cuáles son las razones que justifican esta realidad y quiénes son los responsables actuales de esta situación? Desde 2019 gobierna Andalucía el PP. En este tiempo, y sobre la situación de deterioro de la sanidad pública acumulado desde 2011, este gobierno ha tomado dos decisiones fundamentales sobre nuestra sanidad. La primera ha sido no solucionar los déficits existentes, sino incluso incrementarlos. Por poner un ejemplo, cada año faltan más profesionales a pesar de que hay plazas vacantes, personal disponible y presupuesto para ello, causando así la diáspora de este personal. Este proceso continuado de destrucción programada ha llevado a que, en el presente año, por primera vez, Andalucía muestre los peores indicadores sanitarios de todas las CCAA, como recoge el informe anual de la FADSP.

En segundo lugar, el gobierno de Moreno Bonilla está obsesionado con favorecer el trasvase del dinero de la sanidad pública a manos privadas mediante externalizaciones, conciertos con centros privados (que resultan más caros y tienen peor calidad) subvenciones a los facultativos del sector público que trabajan además en centros privados, falta de control del gasto farmacéutico (han suprimido las subastas y otros sistemas de control) y apoyo indisimulado a las empresas privadas. Ambas decisiones están relacionadas: primero se deteriora el sistema público, y cuando conscientemente se ha provocado el malestar, se propicia que el que pueda, adquiera un seguro privado.

Es importante subrayar que gran parte del dinero trasvasado va a engordar los beneficios de fondos de inversión extranjeros y multinacionales. Esto parece ser la decisión ideológica de fondo del gobierno andaluz actual. La Coordinadora Andaluza de Mareas Blancas considera que están ocurriendo hechos y existen ya bases documentales de sobra para poder afirmar que esta grave situación va a ser pronto constatable como la disminución de la esperanza de vida libre de discapacidad y de la mortalidad evitable en Andalucía. Por tanto, estamos hablando de calidad de vida y de la duración de vidas humanas. Estamos hablando de nuestra vida y de la de los nuestros. No podemos consentir que esto ocurra para que unos pocos ricos se enriquezcan más.