Antonio Díaz (hijo del Gordo Serrano) José Antonio Siria (hijo de Siria) y Virginio García (hijo de Virginio) sacan a la calle este año una antología de una de la mejores murga del carnaval fontaniego, la Peña. La nueva Peña está compuesta por un conglomerado familiar, como todas las murgas, que vienen a ser un acumulado de amigos, hijos, esposas, maridos, hermanos, primos... Una familia como las de antes. En ese sentido, la murga es una institución basada en lazos de amistad y sangre bullanguera, burlona y musical. El carnaval lo llevas en la sangre o no lo llevas. En nombre de todos ellos habla Antonio Díaz.

Pregunta.- ¿Quiénes sois los impulsores de esta murga?

Respuesta.- Los que nos sentamos a exponer esta vuelta a las raíces fuimos Siria, Virginio y yo, pero en verdad tienen culpa o responsabilidad toda la juventud, hijos y sobrinos de muchos de los murguistas que salieron en aquellos años difíciles a la calle en Carnaval con esta murga. Con otros muchos se ha intentado contactar o se ha contactado, pero por diversas causas o motivos, no ha podido ser. Aunque habrá más años, seguramente.

P.- ¿Cómo nace la idea de hacer esta antología?

R.- Hace ya años que viene rondando el run-run de hacer algo, de juntarnos, de recordar y rememorar aquellos tiempos, alguna de aquellas coplas inolvidables. Por ley de vida nos faltan muchos y el tiempo no perdona, así que ya no hemos querido demorarlo más.

P.- ¿Cuántos formáis este grupo?

R.- Entre los veteranos y veteranas de batallas, los hijos y sobrinos, los nietos y amigos y allegados somos más de 30 o 40, una buena patulea.

P.- ¿Todos familiares de antiguos murguistas?

R.- Todos, esto es una familia desde siempre y con esa filosofía hemos vuelto. Ellos siempre llevaron esta forma de hacer carnaval por bandera y nosotros hemos cogido esa misma bandera y la vamos a defender, a su forma, los años que seamos capaces de continuar con esta aventura.

P.- ¿Cómo han ido los ensayos?

R.- De maravilla. Desde el primer día rememorando momentos, anécdotas, emocionándonos, echando mucho en falta a los que no están y pensando qué nos dirían al vernos juntos de nuevo y siguiendo esta senda que ellos nos enseñaron. Y con los y las que afortunadamente quedan con nosotros hemos disfrutado enormemente. Y esperamos que el carnaval nos permita disfrutar lo mismo, porque más va a ser imposible.

P.- ¿Y el tipo se puede saber?

R.- Es una mezcla de disfraces de todos los años que ellos salieron, principalmente de Moros y de Manolas.

P.- Mujeres, niños, mayores, chavales... ¿Cómo la sido la convivencia?

R.- Una locura, ajajajaja. Pero una locura muuuuu bonita.

P.- Tú, como antiguo componente de aquella murga de los años 80 y 90 tendrás anécdotas que contar.

R.- Que se puedan hacer públicas no muchas, jajajaja. Yo viví con ellos unos años imborrables que me calaron muy hondo. De hecho, siempre tuve claro que si algún año volvía al carnaval en Fuentes era de esta forma o me quedaba como aficionado desde la barrera. Y es que el ser murguista se lleva en la sangre o no se lleva. Se puede cantar o escribir para comparsas y chirigotas, pero el ser murguista en Fuentes no es más ni menos, pero sí diferente. Yo siempre he dicho que soy murguista aquí, en Cádiz y en Pekín.

P.- ¿Cómo veis el carnaval de este año?

R.- Los años son diferentes. He vivido carnavales con 9 grupos en la calle y con mi comparsa solos. La murga de la Peña también tuvo años muy malos, solos o con Paniagua por la calle las dos solas. Este año ha tocado así, ya que por diferentes motivos hay muchos compañeros que descansan. No creo que el carnaval esté enfermo como he oído por ahí. Son coincidencias. Tampoco se puede culpar a un ayuntamiento o unos autores por hacer cosas de una manera u otra. Quien vea que esto necesita un empujón, que salte la barrera y se tire al ruedo. Así de simple. Criticar es muy fácil. ¡Murguistas a la calleeeeeee!