Un centenar de chicos y chicas de 12 a 16 años del instituto de Fuentes ha participado en una prueba que busca evaluar su potencial creativo. La investigación la llevan a cabo dos profesores de las universidades de Sevilla y Valencia, la fontaniega Manuela Barcia y el valenciano Vicente Alfonso Benlliure. Barcia es profesora de Didáctica y Organización Educativa y Alfonso es profesor de Psicología Evolutiva y de la Educación.

Los alumnos del instituto han realizado ocho ejercicios, en forma de dibujo y escritura, en dos tandas, de cuyos resultados pueden extraerse conclusiones muy interesantes sobre su grado de creatividad, han informado a este periódico los investigadores. Es la primera vez que la denominada batería EPoC (Evaluación del Potencial Creativo) es validada en España. Hasta ahora ha sido empleada en otros países europeos, lo que va a permitir, por primera vez, comparar en creatividad con los alumnos españoles de Valencia, Madrid, Sevilla con los de Europa. Fuentes es el único pueblo elegido para esta prueba.

Los profesores Manuela Barcia y Vicente Alfonso

El secreto del éxito de un joven o de una joven radica sobre todo en la conjunción de tres factores fundamentales: inteligencia, creatividad y motivación. Sin alguno de esos tres elementos, las posibilidades de éxito bajan. La creatividad y la inteligencia son primas hermanas, aunque son distintas, señalan los autores del estudio. La creatividad es lo que importa en el estudio que llevan a cabo Manuela Barcia y Vicente Alfonso, cuyos resultados habrá que esperar unos meses debido a que ahora entran en la fase de análisis de las pruebas realizadas.

La impresión de la actitud del alumnado que se llevan es buena, señalan ambos. "El sistema educativo es bueno", afirman. Las sensaciones transmitidas por el alumnado, también. Pero no se atreven a adelantar conclusiones hasta estudiar a fondo las pruebas realizadas. Es sistema educativo es mejorable. "En general, lo que caracteriza al sistema educativo español es su excelencia para atender los déficit", sostiene Vicente Alfonso. La atención a las necesidades educativas especiales, en cuanto a carencias, es notable en España. No lo es tanto en atender las necesidades especiales en cuanto a altas capacidades. "Como educadores, miramos hacia abajo, cosa que está muy bien, pero poco hacia arriba".

Alumno del IES Ruiz Florindo haciendo la prueba de creatividad

Las altas capacidades, si no son atendidas adecuadamente, pueden acabar malogradas por falta de cauces. Por regla general, en esta sociedad las personas creativas suelen ser incómodas porque se salen de los carriles preestablecidos. Eso trastorna las rutinas, exige respuestas diferentes a las habituales. El "pensamiento divergente exploratorio" demanda igual cuidado que su contrario. Pero el sistema educativo y el profesorado no están dando respuesta respuestas a las necesidades de estas personas. Tampoco el profesorado ha sido formado adecuadamente para identificar esas situaciones y para responder de forma correcta.

Vicente Alfonso aclara que la creatividad no es la mera originalidad. Lo creativo tiene dos ingredientes necesarios, la novedad y la utilidad práctica. Además, el creativo debe tener un grado considerable de autodisciplina para alcanzar las metas que se propone. Sin esos componentes (novedoso y útil), la creatividad no pasaría de ser extravagancia o rareza.