Domingo ideal para disfrutar de un día de campo, comida, amigos y el amparo de María Auxiliadora. El pueblo se queda solo. Después de la misa romera de la mañana en la parroquia de Santa María la Blanca, la carreta con la Virgen ha recorrido la Carrera rumbo al Postigo para visitar a las hermanitas de la Cruz y, a continuación, tomar la vereda camino del parque rural donde se concentrará el gentío a echar el día al amor de una mesa bien servida.

Tamboriles y flautas romeras, guitarra y sevillanas. Crujir de carreta al balanceo de los bueyes uncidos, enyugados, solemnes y sumisos. Repique de ruedas en los adoquines. Estandartes, varas, sombreros de ala ancha y chaquetillas cortas. Trajes de flamenca y claveles en el pelo. Por Santa Cruz un reguero de carrozas sigue a la carreta de la Virgen rumbo al polvo del camino. El domingo se anuncia grande si la despensa es amplia. Cerveza, vino y mistela. Jamón, marisco y chacina. Dale a los bueyes, boyero que el camino es corto pero intenso. Rezos y vivas a la Virgen, sevillanas con letras que hablan de amor a la Blanca Paloma, del olor de la retama y de milagros de la primavera. Este domingo hay anuncio de otro milagro por la parte de la Fuente la Reina.