Vuela la bola en el ensayo general de la competición oficial de voleibol femenino que empieza para el Fuentes dentro de dos sábados, el día 14, frente al Almería en el pabellón de la Estación. Vuela con derrota este domingo de presentación contra un Melilla claramente superior. Superior en juego, en categoría y en envergadura. 0-3 en el marcador. El Melilla milita en la súper liga 2 y el Fuentes en primera nacional, un escalón por debajo. Con todo, el equipo ha plantado cara al gigante, especialmente en el primer set, cuando hasta los últimos compases ha ido por delante de las melillenses. Luego ha llegado el bajón y aunque las locales han mostrado su carácter a lo largo de todo el encuentro, la categoría es la categoría. El resultado ha sido de 24-26, 18-25 y 15-25.

Más que el resultado, lo importante del partido de esta mañana en el pabellón de la Estación ha sido la fiesta y acumular experiencia enfrentándose a las que más saben. Del Melilla, un equipo fuerte en su categoría y con aspiraciones de ascenso a la super liga 1, hay mucho que aprender. Fiesta y memoria. Que las jugadoras del Fuentes empiecen a disfrutar del juego y que almacenen en sus discos duros lo que es medirse con los de arriba. Para competir un escalón más abajo y para verse entre los de arriba. Presentación y experiencia. Esta mañana las de Fuentes no han sabido disfrutar del juego. Presión ambiental, juventud, responsabilidad, inseguridad, falta de desparpajo. Tienen la técnica, la pasión y las ganas, pero es falta un punto de chulería, dice el entrenador, Moisés de Hoyo.

Les falta superar el miedo a fallar los saques. Más de diez errores de saque en un set son demasiados errores para no pagarlo caro en el resultado final. Ha ocurrido igual que en la temporada anterior. Malditos saques. La asignatura pendiente de este equipo, que saca como quien se enfrenta a un demonio. El demonio de la presión. El miedo al error que empuja al pensamiento negativo de que será fallido y, efectivamente, acaba provocando el error. Lo llamativo es que el Fuentes compite en juego, en técnica y en pasión, pero gran parte de lo que gana en la disputa delos puntos lo regala un minuto después en el saque. Moisés de Hoyo va a trabajar a fondo esa cuestión con el auxilio de una psicóloga. Habrá mejora, sostiene.

El equipo empieza la temporada reforzado con cinco incorporaciones que compensan las tres bajas de Miriam Romero, Paula Rodríguez y Laura Novillo. Cuatro de las cinco nuevas proceden del Esquimo de Dos Hermanas y una del Tomares. Otra de las posibles conclusiones del partido de esta mañana, aparte de la flaqueza en el saque, es que que el equipo conserva el carácter del año pasado. El mismo carácter ambicioso, entregado, que le hizo ascender a la primera categoría y le permite mantenerse por tercera temporada consecutiva. No está nada mal para un equipo que se mide con clubes mucho más potentes en presupuesto, fichajes incluidos, y en masa social.

El Fuentes de voleibol femenino tiene personalidad y lo demuestra en la disputa inagotable de cada punto. No se rinde ante la adversidad, si bien adolece hasta cierto punto de algo de insolencia frente a rivales mejor clasificados. Puede que sea esa falta de chulería de la que habla De Hoyo. En cualquier caso, el objetivo de este primer partido ha sido cubierto, presentar sus credenciales ante la afición, acumular experiencia y mostrar que el voleibol de Fuentes sigue arriba y compite entre grandes. Carácter propio.