No hay descanso. Hoy sábado, lo mismo que ayer viernes y que mañana domingo, cuadrillas de voluntarios y voluntarias limpian, arreglan, pintan... el centro de acogimiento que se ha creado en el antiguo convento de las Mercedarias. El reto es que todo esté "de caramelo" antes de que finalice la semana próxima, cuando se espera la llegada a Fuentes de las primeras familias de refugiados. Otros descargan enseres donados por vecinos de Fuentes. Camas. electrodomésticos, estanterías, sillas, mesas, ropa, comida.

Sin pausa. Unos toman nota de todo lo que llega, se inscribe en el inventario y se entrega a la cuadrilla de limpieza. Esta mañana, Chari Muñoz, coordinadora de la limpieza, pedía prestada urgentemente una Kárcher "grandecita" para acelerar los trabajos. Los patios se llenan de botellas vacías de productos de limpieza. La sala de alimentos se va poblando de cajas con productos no perecederos. El colegio Santo Tomás ha enviado un importante cargamento de conservas y galletas. Una voluntaria ha dejado pagados 300 euros en una tienda de electrodomésticos "para lo que haga falta".

Así es la gente de Fuentes. No hay más que ver las imágenes que siguen.