Las facturas de a luz de CHC siguen sin aparecer y las reclamaciones contra la compañía permanecen atrapadas en un extraño juego de la Oca en el que cuando están a punto de llegar al final caen en el laberinto o en la calavera y vuelven a la casilla de salida. Medio Fuentes dice que está afectado por el problema, pero reclamaciones hay más bien pocas: 47 hasta la fecha. Pocas, según el jefe de consumo de la Junta de Andalucía, que esta mañana ha recibido a un representante de los consumidores fontaniegos, José Hidalgo, al alcalde, Francisco Martínez, y a la responsable de la oficina de información al consumidor, Yolanda Pérez.

La esperada reunión de esta mañana ha aportado poco a la hora de hallar una solución al problema. Entre otras razones porque todavía no ha llegado ninguna reclamación formal a los despachos de la Junta, que sólo tiene constancia verbal de lo que ocurre. Cuando lleguen las reclamaciones, tal vez la Junta tome cartas en el asunto y envíe un inspector a Fuentes a estudiar la situación. Mientras tanto, poco puede hacer. Menos aún si los interlocutores dicen que medio Fuentes está afectado, pero sólo pone sobre la mea 47 reclamaciones, de las que ni una ha sido tramitada oficialmente hasta los servicios de defensa de los consumidores de la Junta de Andalucía. Las palabras se las lleva el viento.

Por la tarde, en el salón de la Huerta ha habido una asamblea informativa, a la que ha acudido medio centenar de afectados y que han salido sin una idea clara de lo que va a suceder en el futuro. El alcalde se ha comprometido con el representante de los afectados que ha viajado a Sevilla ha vuelto a poner los servicios jurídicos del ayuntamiento al servicio de los consumidores. En la asamblea han animado a los afectados a presentar reclamaciones ante la compañía porque "la unión hace la fuerza". Cuanta más reclamaciones, más fuerza. Otra cosa es que el trayecto de las reclamaciones sea todo los fluido que debiera. Al contrario, es farragoso, lento y tortuoso.

El primer paso que debería dar el consumidor, al parecer complicado por los pocos que lo dan, es tomar la decisión de acudir a la compañía a presentar una reclamación. Una vez presentada, la compañía se toma diez días para responderle. Muchos llevan meses sin recibir respuesta. Cuando no la reciben, deben acudir a denunciar ese hecho al ayuntamiento. Otra dificultad. Una vez superada esa traba, el ayuntamiento presenta a la empresa un requerimiento en nombre de ese afectado. La compañía se toma otro tiempo en responderle al ayuntamiento. O no responde. Cuando responde, el ayuntamiento debe trasladar esa reclamación y respuesta a la Junta de Andalucía.

Lo chocante es que las reclamaciones "masivas" de afectados empezaron en septiembre, pero a mediados de octubre aún no ha llegado ni una al despacho del jefe provincial de Consumo de la Junta de Andalucía, según ha dicho en la reunión de esta mañana en Sevilla. El alcalde se ha comprometido a agilizar los 47 expedientes llegados al ayuntamiento para trasladarlos a la Junta y que eso dé pie al envío de un inspector de consumo. También convocará a los responsables de las empresas eléctricas involucradas, CHC y Díaz Gálvez.