Manuel Ramírez, Manolo Arropía, se ha hecho un sitio en el corazón de muchos fontaniegos a través de las Crónicas de la Nostalgia que este periódico publica los lunes. La memoria es la materia prima que utiliza Arropía en sus artículos. Los fragua con la nostalgia de quien un día tuvo que emigrar dejando el corazón anclado al terruño que lo vio nacer. Ganas de vivir y revivir lo pasado por medio de la escritura. Una forma de seguir recorriendo la plaza de abajo, la calle Mayor, la Cerrera, el paseíto la Plancha... desde el Castellón de acogida.

Pregunta.- Manuel, eres el articulista de la nostalgia de este periódico. ¿Cuántos artículos llevas ya?

Respuesta.- Yo no soy periodista, ni escritor. Simplemente soy un fontaniego que participa en el periódico Fuentes de Información. Yo soy el autor de 96 artículos de la sección Crónicas de la Nostalgia. Para ello no hace falta ser escritor, ni periodista, ni tener un memorión. Lo que hace falta son ganas de escribir tu identidad, tus raíces, tener un gran cariño a tu pueblo, muy buena voluntad, querer llevar en el corazón el pueblo que te dio la vida, sentir lo que escribes, que te guste, llevar el artículo en el pensamiento días y días dándole vueltas, porque te gusta tu pueblo. Escribo con el corazón y para el corazón del Fuentes que me dio la vida.

P.- Tienes muy buena memoria, ¿verdad?

R.- Para escribir Crónicas de la Nostalgia tienes que tener una cierta buena memoria, no tienes por qué ser un prodigio, con tener una memoria normal puedes escribir.

P.- Cómo surgió la idea de escribir para el periódico?

R.- La idea surgió de que conocí a Pepe Bejarano, director del periódico Fuentes de Información, de nuestro pueblo. Vi que había conocido a un gran periodista, gran dominador de la lengua española. Entonces yo me planteé escribir y me lancé. Yo como autor de los artículos y Pepe como mi intérprete y colaborador. Vi en Pepe una persona que como intérprete es un número uno, eso fue lo que me motivó a realizar los 96 artículos escritos hasta ahora. También me ha animado mucho nuestro pueblo de Fuentes de Andalucía con innumerables colaboradores que he tenido para la realización de esta obra de arte llamada Crónicas de la Nostalgia, colaboradores que me han ayudado con fotos y en datos para hacer Crónicas de la Nostalgia, fruto de un gran equipo de personas de Fuentes, donde yo elijo el tema, soy el autor, y el equipo me colabora. Sin colaboración no hay artículos. Es imposible que una persona sola pueda hacer una obra de tal dimensión. He tenido más de 40 colaboradores, a los cuales les doy mis infinitas y enormes gracias, pues los artículos son patrimonio del pueblo de Fuentes, que han aportado su grano de arena.

P.- Han sido muchos artículos con cual te quedarías?

R.- Me quedaría con todos pues todos me gustan. Pero puestos a elegir, me quedaría con cuatro artículos que yo considero la base de este pueblo: Andalucistas de tierra adentro. Era aquella gente de nuestro pueblo que no tenía nada y se le concedió tierras de regadío y casa en el valle del Guadalquivir. Fueron casas y tierras pagadas a 30 años, pero con el sudor de sus frentes pudieron criar a sus hijos y darles una formación. El segundo artículo es El año que Fuentes alcanzó el bienestar. Trata del año 1984, cuando el obrero de Fuentes consigue el subsidio de desempleo agrario por el régimen especial, que con un número determinado de peonadas presentadas en el INEM, consigue su dinero sin tener que pasar lista como se hacía en el empleo comunitario. El obrero de Fuentes ya consigue un dinero seguro, no como en tiempos del empleo comunitario que no era seguro. Las tierras comienzan a recibir subvención. Conseguimos la autovía Madrid-Sevilla, el paseo San Fernando (paseíto el coño) y nuestro instituto de bachiller. El tercero es Una vez Fuentes soñó con un canal de riego. Los fontaniegos veíamos cómo en Marinaleda se pusieron tierras de regadío procedentes del río Genil, el obrero de Marinaleda quedó favorecido, mientras el obrero de Fuentes soñaba en el catalino con un canal de riego, cosa que se quedó en charlas de taberna. Nostalgia de una industria que nunca llegó. El fontaniego siempre quiso industrias en su término, fue una nostalgia que nunca llegó.

P.- Todavía te quedarán crónicas por escribir?

R.- Lo que me queda por escribir no lo sé, eso va saliendo día a día, no es una cosa de proyectar. Cuando llevaba dos artículos nunca creí que iba a llegar al 10, pero voy por el 96. Escribir puedes escribir lo que quieras, hace falta que te guste y tener colaboración. Se puede escribir muchísimo. El sentido de estos artículos es el sentimiento que produce el echar de menos los buenos momentos del pasado. En estos artículos hago una demostración pública de admiración y respeto hacia todas las personas que nombro en ellos. También doy las infinitas gracias a los lectores que he tenido, que ellos también participan, pues sin  lectores no hay artículo.